"Este pueblo debe
mantener siempre
la esperanza”
Por Luisa Blanco
Fotografías: Iluminada Paulino
y Luciano Ippolito
Su hablar pausado, seguro y sereno nos transporta a la misma gloria donde se está muy cerca de Dios.
Conversar con él es entender que no todo está perdido, que hay una luz que brilla al final del camino. Es escuchar una voz que reclama la paz entre los pueblos. Es saber que tenemos a un ser muy especial con valores cristianos y morales muy marcados.
Hombre de fe que va por el mundo predicando un mensaje de amor, de fraternidad, de tolerancia y de esperanza.
Hablamos de Monseñor Ramón Benito de La Rosa y Carpio, Obispo de nuestra Señora de la Altagracia y presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano, quien nos permitió acceder a su mundo y conocer sus sueños, ideales y su ritmo de vida.
Nació en Higüey en el seno de una familia bendecida por Dios. Es el mayor de siete hermanos. Fueron sus padres Benito de La Rosa y Dionisia Carpio.
En esta entrega, este digno representante de la Iglesia Católica nos trae la buena noticia del evangelio de Jesús, de la salvación y la resurrección.
Pero también nos hablará de temas tan interesantes como la industria del turismo en la zona Este país: de la guerra que mantiene la humanidad en un abismo, sobre todo, de sus aspiraciones y su filosofía de la vida.
¿Por qué se distorsiona el significado de la Semana Santa con vacaciones y playa?
La Semana Santa era como una semana de reflexión y eso le servía de descanso a la gente. Evidentemente, los comerciantes han sabido aprovechar esto y ofrecen un descanso. Lo promueven de tal manera que en este momento se puede creer que eso es lo que predomina en la Semana Santa. El 90 por ciento de los dominicanos se quedan en la casa. Es muy interesante tener eso en cuenta para entender que la gran mayoría de los dominicanos nos quedamos en la casa y participamos en las actividades que la Iglesia organiza en esos días. A lo mejor mucha gente no va a la Iglesia, pero los programas de televisión que tienen un contenido religioso, también han aumentado. Hay que decir que las personas que se van a la playa también buscan los servicios religiosos. Estoy en una zona donde tenemos muchos hoteles y los visitantes lo piden porque lo necesitan. Hay un grupo que evidentemente no busca el descanso ni la reflexión, sino que se dedican a hacer otras cosas y son los que más llaman la atención, pero es donde muchas veces se encuentra la noticia y muchos medios de comunicación social le dedican mucho tiempo a ese tipo de situación.
¿Qué es el ayuno y cómo se debe hacer?
Modernamente podemos decir que es una dieta que uno se impone. También tenemos la abstinencia de carne roja y lo hacemos como parte de nuestra penitencia. Esa práctica que tenía la Iglesia de manera colectiva, es lo que hoy los médicos le piden a la gente cuando se tiene que someter a un tratamiento o una dieta. Pienso que aparte de ser una práctica religiosa, es una práctica dietética. Esa práctica religiosa tenía una consecuencia y una dimensión humana muy importante.
¿Cómo puede definir la fe ?
La fe la podemos definir de muchas maneras. En primer lugar, es un conocimiento acerca de Dios. La fe es la afirmación de cosas que no se ven y generalmente 1o ligamos con la fe religiosa. Dios es espíritu, no lo veo, pero estoy seguro que existe.
¿Cómo resucitamos en el Señor?
Tenemos fe de que al final de los tiempos vamos a resucitar, casi tenemos la experiencia de que ahora, en este mundo, nosotros resucitamos. Por ejemplo, una persona que se siente hundida por el peso de sus faltas Y sus culpas, se siente muerta y ella resucita con la gracia de Dios, se da cuenta que Dios le ha perdonado.
¿Cómo resucita una persona que está llena de angustia y de problemas?
Cuando se encuentra con la palabra de Jesucristo. Encontramos muchas personas resucitadas en el sentido de que la vemos con la frente en alto y van caminando alegres por la vida y por eso el ser humano puede resucitar, por muy hundido que esté.
¿Dónde está Dios y cómo llegamos a Él?
Para mí, el primer gran templo de la vida es la misma creación. A Dios lo podemos encontrar en todas partes. Lo encontrarnos en la misma naturaleza y en todo lo que existe. Lo encontrarnos en su palabra escrita, en la Biblia, pero también podemos descubrir a Dios en la experiencia de los pueblos. ¡Hay tantas manifestaciones de Dios!
¿Cuál es la misión principal de la Iglesia?
Es la evangelización, que significa llevar una buena noticia del evangelio de Jesucristo. La noticia de la esperanza de lo que son los valores, del amor, la buena noticia de la salvación, de que el hombre puede progresar y avanzar. Por eso la Iglesia tiene una misión con la familia. La evangelización es, ante cualquier circunstancia, llevar una buena noticia y en medio de una guerra como la que tenemos, debemos llevar una buena noticia y por eso hablamos de la paz en medio de todas las voces discordantes. La misión de la Iglesia es muy amplia porque debe abarcar todos los campos humanos. Nada humano nos es ajeno y para todo esto tenemos un mensaje a la luz de lo que Dios nos ha enseñado.
¿Cómo evalúa usted el turismo en la zona Este del país?
Desde la óptica de la iglesia tenemos una visión positiva, valoramos el encuentro del ser humano con la naturaleza y por lo tanto, favorecemos todo lo que ahora se hace con el turismo ecológico. También valoramos el encuentro del ser humano con los otros pueblos. En el turismo del Este lo que más se resalta en este momento es la parte económica, que ha ayudado al desarrollo de esta zona. El trabajo que estamos haciendo con el turismo es la evangelización. Yo pienso que el turismo ha sido positivo para el Este, no sólo desde el punto de vista económico, sino en otros aspectos, pero evidentemente hay muchas cosas que tenemos que salvar en el turismo porque también se unen a esto, males como la prostitución y drogadicción. Una de las cosas que me impacta, es que los grandes empresarios del turismo dicen que esas situaciones son los peores enemigos de esta industria y ellos no quieren esto. Estamos trabajando para que en la región oriental eso no pase, y hacer del turismo una empresa que, aunque no sea santa, sea sana y que realmente ayude al desarrollo de los pueblos.
¿Por qué hay guerra en el mundo?
Las guerras y los conflictos que hay entre los seres humanos se deben normalmente a pasiones y ambiciones. Una rabia que tiene la persona de enfrentar un conflicto y de resolver a golpes las cosas. Otras veces son intereses que pueden ser económicos. Cuando pienso en la guerra, me recuerdo del hombre de la caverna. Una guerra es como volver al pasado. En cambio la humanidad evoluciona con la hermandad, fraternidad y solidaridad. En el mundo moderno todas las naciones se reúnen en foros internacionales y se busca la cooperación. La guerra es una contradicción con el hombre moderno, con la evolución. Para mí la guerra es primitiva, es cavernaria, cuanto más se avanza a la paz, se avanza hacia lo que es la humanidad y evidentemente se avanza más hacia lo que es el plan de Dios.
¿Qué siente cuando ve por la televisión las imágenes de la guerra que presentan niños mutilados?
Mi sufrimiento no siempre es físico, pero sí moral. Toda esta situación me hace sufrir. Siento mucha pena cuando veo un pueblo aplastado en su libertad, cuando veo los niños en los hospitales. El miedo que deben sentir, no hay nada que pueda justificar la guerra. En estos días de guerra he sufrido mucho, creo que ese dolor lo sienten muchas personas. También siento pena por el futuro de la nación implicada. Esos pueblos que son maltratados en una guerra, además de los males físicos, su corazón se llena de odio. Yo me pregunto ¿no surgirá en los iraquíes el ansia de venganza? ¿no harán ellos lo mismo de querer invadir ese pueblo para de alguna manera vengarse lo que le han hecho a ellos? Si no hay un perdón muy grande y profundo, surgirá un deseo de venganza. La historia también nos enseña que los daños que se hacen tienen que repararse y no sólo los daños de las edificaciones, están la cantidad de muertos y los daños sicológicos. Un ejército puede pensar que gana una guerra, pero la post-guerra siempre se pierde y esta guerra dejará muchas batallas perdidas.
¿Cuál es su posición respecto a las denuncias de abuso sexual en algunos representantes de la Iglesia Católica?
Tenemos una posición muy clara y es que nada que sea criminal o abuso de cualquier tipo, no lo podemos aceptar. El criminal tiene que ir a la justicia. Eso por un lado y por el otro, entiendo que se han dimensionado los hechos de los sacerdotes como si fueran la mayoría en los Estados Unidos. Para mí, en este escándalo lo que he visto es una valorización del sacerdote, es volver a recordar que somos guía, que la sociedad cuenta con nosotros y la otra lectura que hacemos es que en Estados Unidos se utilizó un hecho negativo, que no se puede aprovechar para perseguir a la Iglesia. Ha habido una clarísima persecución a la Iglesia porque tomamos una posición que no le gusta, por ejemplo, la posición que hemos tomado en la guerra públicamente ¿le va a gustar al gobierno de los Estados Unidos? Nosotros podemos pensar que de alguna manera nos van a perseguir no físicamente, pero van a tratar de perseguirnos talvez moralmente porque la posición del Papa frente a la guerra no le agradan, entonces cuando no les agrada estas posiciones también atacan. Eso fue tan claro en la Iglesia de Estados Unidos que hay una cosa que nos llama la atención. En este momento los católicos, en lugar de sentirse debilitados, se han sentido fortalecidos. Yo creo que estos escándalos siempre hacen algún daño y evidentemente en la Iglesia nos lleva a publicitarnos. Esto no debe pasar entre nosotros, tenemos que corregir y esto nos va ayudar a purificarnos.
¿Qué opina de la situación social del país?
En la República Dominicana sentimos una enorme pena con la pobreza que es creciente. Los obispos y sacerdotes que tenemos una porción en los campos, vemos realmente que la población se ha empobrecido. Esos campos son más pobres que hace 30 años. Eso es indiscutible. Una segunda dimensión es la corrupción, no vemos avance, ni progresos. A nosotros nos preocupa enormemente porque sabemos que un país que se corrompe se daña y en el futuro eso se paga muy caro.
Hemos crecido en democracia, pero no hemos crecido en una democracia que sea auténtica. Hemos superado a los dictadores, pero no hemos superado la violencia social y la represión que no viene de un dictador, pero viene de grupos sociales o de grupos que se sienten poderosos.
¿Cómo podemos tener un país mejor?
Creemos que nuestro país puede mejorar, seguimos apostando a la educación. Creemos que la juventud representa lo mejor de un pueblo. En la Iglesia creemos que la mayoría de los jóvenes son buenos y tienen ideales. Queremos decirles a todo aquel que quiera un mejor país, que trabaje con esos jóvenes, que les ayuden a que lo mejor que buscan lo puedan desarrollar. Definitivamente, yo apuesto a la educación y a la juventud.
¿Quién es Ramón de la Rosa y Carpio?
Yo me defino como un hijo de Higüey. Me quiero definir como un hijo de una familia en la que mi abuelo era campesino, mi padre obrero y mis hermanos y yo, universitarios. Es decir, una familia que ha evolucionado a través del trabajo. Como ser humano, yo me identifico con las inquietudes del joven de mi época. Nací en una generación de jóvenes que nos interesábamos por todas las cosas. Como ser humano sentía inquietudes de buscar un camino en mi vida sacerdotal donde yo encuentro realizadas mis grandes aficiones humanas.
Si no hubiera sido sacerdote ¿qué fuera?
Escritor y charlista, pero me siento realizado en mi vida sacerdotal.
¿Cuál es su mayor satisfacción?
Que donde quiera que yo fui a trabajar como sacerdote, sentí que estaba realizando una misión.
¿Cómo usted ha podido superar las tentaciones?
En la vida las tentaciones siempre se presentan en todos los campos. Yo pienso que para vencer las tentaciones uno tiene que tener una idea muy clara de Dios, pero también es bueno tener muy claro los objetivos que uno tiene en la vida, porque los objetivos son los que marcan al ser humano y eso ayuda a evitar las tentaciones. Mi objetivo es ser sacerdote, servir a los demás. Todo lo que me quiera sacar de la Iglesia es una tentación que yo rechazo.
¿Qué le falta a usted por hacer?
Siento que tengo que realizar mi misión hasta que Dios quiera. Yo creo que Dios tiene un proyecto con el mundo, con una creación que tenga evolución y desarrollo. Hay un proyecto que es la salvación de los hombres y salvar significa liberar de los males. El proyecto de Dios es llevar a toda la creación a la perfección. Todavía tengo tiempo para hacer muchas cosas más y después de mí, otros tendrán que seguir la tarea.
¿Me puede confesar cuál es su peor defecto?
Lo que más me cuesta es aceptar mis limitaciones y evidentemente eso me puede llevar al orgullo, a no aceptarme como un ser humano. Yo aspiro a buscar siempre lo mejor, pero he aprendido a aceptar mis limitaciones y aceptar que soy un ser humano, y eso se convierte en una virtud después de pasar por la experiencia de las limitaciones.
¿Con qué palabra se identifica?
Hay cuatro palabras que me han marcado desde que tenía quince años que son santidad, sabiduría, el servicio y la sencillez. Esas cuatro palabras me marcan mucho. Yo quiero ser siempre sencillo y a través de mi vida he tenido pendiente esos cuatro valores.
¿Cuál ha sido su ejemplo a seguir?
Yo siempre decía que no aceptaba líderes humanos. Evidentemente quien me marca es Jesús. Como líderes humanos en mí influyó mucho Monseñor Juan Felix Pepén y modernamente me marca mucho Juan Pablo II y también admiro a Mahatma Gandhi.
¿Cómo es un día en la vida de un Obispo?
En la mañana le dedicamos un tiempo a la oración. Todos los problemas lo trato de llevar a la oración y presentárselos a Dios. Luego desayuno, trato que sea la comida más fuerte del día para tener energía durante la jornada. Después hago el programa del día, unas veces recibo gente en mi oficina o asisto a reuniones o algún retiro. Luego del almuerzo, trato de descansar un poco. En la tarde trabajo según el programa que puede ser muy intenso y a veces me escapo a escribir. Dependiendo de las actividades, me retiro alrededor de las once de la noche. A veces me da pena porque proyecto la imagen de que estoy muy ocupado, pero siempre tengo tiempo para recibir a la persona que desee hablar conmigo.
¿Un Obispo tiene tiempo para hobbies?
Entre risas me afirma que lee los muñequitos de los periódicos antes de la siesta. En mi biblioteca tengo la colección de Mafalda y Condoritos. Cuando puedo, juego dominó.
¿Con qué animal se identifica?
Yo me identifico con dos animales nuestros que los caracterizo como muy masculinos que son el caballo y el perro. Me gusta el Águila porque puede moverse con toda libertad, puede subir a las montañas y bajar a la llanura con gran facilidad. La cigua me encanta porque es muy nacional.
¿Qué le puede hacer llorar?
El sufrimiento de un niño y el abuso contra la mujer. Fue muy fuerte cuando me enteré de los abusos que cometía el dictador Trujillo con las mujeres, eso me marcó desde mi adolescencia.
¿El Obispo tiene buen sentido del humor?
No necesito que me hagan muchas cosas para poderme reír. Disfruto mucho los cuentos, chistes, conversaciones y la amistad es uno de los grandes valores que tiene la vida. Por eso leo mucho a Condorito porque me hace reír.
¿Qué cosa cambiaría de su personalidad?
Yo creo que todo ser humano puede ir trabajando su personalidad. No me siento mal con lo que tengo porque lo que encontraba como debilidades y limitaciones he tratado de irlo superando. A Dios no le pediría que me cambie nada, lo cual no quiere decir que yo no haya nacido con defectos o limitaciones.
¿Se siente usted un ser privilegiado?
La experiencia religiosa te lleva siempre a ser agradecido de Dios porque uno sabe que todo lo que tenemos es con ayuda de Dios, pero eso no le lleva a uno a sentirse privilegiado porque otros seres humanos pueden tener lo que yo tengo.
¿Cómo le gustaría que lo recuerden?
De joven yo decía que en mi epitafio me gustaría que diga lo siguiente: “Aquí yace Ramón de la Rosa, esperando la resurrección de los muertos”. Yo quisiera ser recordado como el hombre de fe, un hombre de Dios, es decir que trato de vivir los valores de Dios, divino y humanos. Si alguna memoria yo quisiera que se tuviera de mí, sería la de un hombre cerca de Dios y cerca del ser humano.
¿Qué mensaje le puede enviar a la sociedad dominicana?
Siempre he considerado que este pueblo se considera sano, es un pueblo alegre y sencillo, estas son virtudes que tenemos. Yo quisiera decirle a los dominicanos que nosotros debemos mantener esos valores que son tradicionales, que lo hemos recibido del cristianismo y que en los tiempos presentes ojalá no se pierdan. Por ejemplo, el afán del dinero, los problemas sociales y de violencia, que no nos quite la alegría y nos amargue la existencia. Este pueblo debe mantener siempre la esperanza y el buen humor que siempre nos ha caracterizado.
ALGO MÁS DEL OBISPO
- Se ordenó de sacerdote en el año 1965.
- En su biblioteca tiene libros de historia, literatura , novela, poesía y lectura mística.
- En la mesa del obispado no se sirve otra comida que no sea la criolla.