Vida y Estudios  

 

Nicolás de Jesús López Rodríguez, nació en Barranca, La Vega, el 31 de octubre de 1931, del matrimonio de Perfecto López y Delia Rodríguez, Nicolás de Jesús fue ordenado “sacerdote de Jesucristo para siempre”, en la Catedral de La Vega por el obispo Francisco Panal Ramírez. “Después de dos años de trabajo en la Curia diocesana y como vicario parroquial de la catedral, monseñor Panal me envió a Roma para cursar estudios en el Centro Internacional para la Formación Sociológica del Clero, que funcionaba en el edificio anexo a la Curia Generalicia de la Compañía de Jesús”, escribe el cardenal el cardenal López en la presentación del libro.

Un año después pasó a la Pontificia Universidad Santo Tomás in Urbe, más conocida como Angelicum, donde obtuvo la licenciatura en Ciencias Sociales y regresó al país en 1965, cuando aún se sentían los efectos de la Guerra Civil que se había iniciado en abril de ese año.

En La Vega ejerció su ministerio sacerdotal y por las funciones que le tocó desempeñar, debía recorrer la geografía diocesana y tomar parte en actividades de carácter interdiocesano y nacional.

Fue canciller y secretario de la Curia, vicario de la Catedral, asesor diocesano de la Pastoral Juvenil, vicario de pastoral y vicario general, entre otras responsabilidades. “Al recordar mi ministerio en La Vega no puedo menos que evocar la memoria de los dos obispos con quienes trabajé en esos años. En primer lugar, monseñor Panal, capuchino nacido en Ubique, al sur de España, que vino al país cuando aún era un religioso estudiante y fue ordenado sacerdote por el arzobispo Nouel”. En segundo lugar, monseñor Juan Antonio Flores.

Describe a monseñor Panal como un hombre adornado con múltiples virtudes, sencillo y radicalmente pobre, de profunda piedad, con capacidad asombrosa de sacrificio, muy humanitario y de un valor excepcional. De monseñor Flores, quien sustituyó a Panal como obispo de La Vega en 1966, destaca su vida espiritual, su celo pastoral, sencillez y trato afable, pero sobre todo su entrega al trabajo con impresionante dinamismo. Considera una gracia especial de Dios haberlos conocido y haber trabajado con ellos.

San Francisco de Macorís

“ Al cabo de 17 años de haber sido ordenado sacerdote, la Iglesia me llamó a ejercer el ministerio episcopal”. En efecto, el sábado 21 de enero de 1978 se anunciaba que cinco días antes, el 16, Su Santidad Pablo VI había creado la diócesis de San Francisco de Macorís mediante la Bula Aptiora in dies. La ordenación episcopal tuvo lugar el 25 de febrero de 1978 en el estadio Julián Javier, con la participación de más de 20,000 personas. “Fue una celebración muy memorable, entusiasta y participativa”.

Aquella ciudad, que celebraba en 1978 el bicentenario de su fundación, se sintió honrada con que el Papa Pablo VI la elevara a sede episcopal y su obispo estaba más que complacido de que el Santo Padre tuviese el gesto de confianza de nombrarlo al frente de nueva diócesis.
En las páginas del libro

“Mi Vida Pastoral” se puede ver cómo inició López Rodríguez su episcopado con mucha ilusión, dedicándose enseguida a organizar el Obispado y la Casa Episcopal, a visitar las parroquias, colegios y casas religiosas, y a recorrer las tres provincias que integraban el nuevo territorio diocesano, en las provincias Duarte, María Trinidad Sánchez y Samaná. En poco tiempo inició las visitas pastorales y la celebración de las confirmaciones, la preparación y formación de los laicos colaboradores de las parroquias y comunidades rurales.

El primero de enero de 1980 dirigió su primera carta pastoral, reafirmando las líneas de acción de su ministerio y ponía en claro la situación de la Iglesia local y en América Latina, así como su posición en favor de la Iglesia y del Evangelio de Jesucristo, por encima de cualquier otra ideología o tendencia social y política. Su misión fundamentalmente religiosa era su primera prioridad, en la que descansaba la acción con los campesinos, la pastoral Familiar, Juvenil, la obra de las vocaciones sacerdotales, los ministerios. movimientos apostólicos, Evangelización y la Catequesis.

En su estadía como obispo de San Francisco de Macorís, López Rodríguez escribió 214 circulares, encontró sólo tres sacerdotes diocesanos dominicanos y ordenó siete, fundó la Universidad Nordestana, de la que fue rector y otras obras sociales y religiosas. Su voz siempre fue un alerta en favor de la Iglesia y los derechos humanos, y en contra de la adulteración del Evangelio, las injusticias, los abusos, las violaciones a la ley.

Tomado de:

López Rodríguez, N. de J., Cardenal (2006). Mi vida pastoral: ministerio episcopal en San Francisco de Macorís 1978-1981 y 25 años pastoreando la Arquidiócesis de Santo Domingo 1981-2006. Santo Domingo: Arzobispado de Santo Domingo.

López Rodríguez, N. de J., Cardenal (1996). Algo más de lo que he dicho... 1986-1995. Santo Domingo: Amigo del Hogar

Nicolás de Jesus López Rodriguez: Juan Pablo II y América Latina from Universidad Católica UCAM on Vimeo.