Editorial La Información
2/11/2009
Hondo
pesar ha causado en la comunidad de Santiago el fallecimiento
del Obispo Emérito Monseñor
Roque Adames.
Monseñor Adames se proyectó como uno de
los líderes religiosos de mayor significación
tanto dentro de la Iglesia Católica como dentro
en la comunidad nacional. Su nombre está ligado
a la lucha que libró el clero dominicano en contra
de las barbaries cometidas en la etapa final de la dictadura
de Trujillo.
La
carta pastoral de la Iglesia, testimonio de su confrontación
con aquel régimen despótico, de una u otra
manera se vincula a la figura de Monseñor Roque
Adames, quien a partir de ahí se proyectó como
un religioso de avanzada.
Además de ocupar importantes posiciones en la
Iglesia, se destacó como catedrático de
la UASD y a partir del 1966 hasta el 1993 ocupó el
cargo de Obispo de la Diócesis de Santiago, desde
donde ejerció gran influencia en el desarrollo
y expansión de la Pontificia Universidad Católica
Madre y Maestra, para luego pasar a retiro como Obispo
Emérito.
Fuera
de su estatura como líder religioso se
proyectó como líder social de alta referencia
para las autoridades políticas del país.
En esa condición se integró a la Asociación
para el Desarrollo, Inc., (APEDI), desde la cual incidió en
la promoción de iniciativas de desarrollo, dentro
de la que se destaca la fundación del Plan Sierra.
Se puede afirmar que Monseñor Adames, junto a
don Luis Crouch, fue mentor y guía del Plan Sierra
en su fase inicial.
Las
jóvenes generaciones de hoy día deberían
beber en la sabiduría social e intelectual de
Monseñor Adames, especialmente por su vocación
espiritual desarrollista orientada a promover el desarrollo
equilibrado y civilizado del pueblo dominicano.
Su fallecimiento constituye otro hito en la fase final
de lo que fuera en su momento el renombrado Grupo de
Santiago.
Tomado
de: http://lainformacionrd.net/index.php?idnoticia=4208&seccion=11&
nseccion=Editoriales&cat=opinion&a=1
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