Roque Antonio Adames Rodríguez nació el 8 de
noviembre de 1928 en la comunidad de Gurabo del municipio de
Jánico, y murió 1 de noviembre de 2009 en Santiago
de los Caballeros.
Hijo único de Francisco Antonio Adames Ureña
y María del Carmen Rodríguez. Estudió Filosofía
en España en 1950. Su ordenación sacerdotal fue
en 1954 y su consagración como obispo en 1966. Obtuvo
el título de licenciado en Teología de la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma; licenciatura en Ciencias Bíblicas,
en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, y la titulación
de doctor en Teología Bíblica de la Pontificia
Universidad Gregoriana de Roma.
Al regresar
al país es designado director del seminario
católico “FIDES”, función que
ejerció por
3 años. En 1961 fue nombrado pro-vicario general
de la arquidiócesis de Santo Domingo, además
fue el primer secretario general de la Conferencia del
Episcopado
Dominicano. La vocación intelectual del Padre Adames
fue descubierta y acompañada por los padres Rubinos
y Cipriano Rodríguez.
Dentro de
sus aportes espirituales e intelectuales se encuentran sus
años como profesor
de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD), en la facultad de Filosofía
y Educación, institución que lo distinguió como
Profesor Emérito; rector de la Universidad Católica
Madre y Maestra, presidente de la Junta de Directores
y Gran Canciller, en el periodo 1968-1970 época
en que se reestructuraron los reglamentos de esta institución
académica.
Monseñor
Roque Adames convencido de que la Iglesia no solo está conformada
por los sacerdotes, tuvo la visión
y la dedicación para fundar lo que para muchos
es su obra maestra: los Presidentes de Asamblea;
fue además
creador del coro arquidiocesano, los diáconos
permanentes; fundador del Plan Sierra, del Semanario
Camino (1979), el Instituto
Catequístico San Carlos Borromeo (1967), la
Plaza de la Cultura de Santiago y de la Asociación
para el Desarrollo de la referida ciudad.
En 1966,
inició sus funciones como obispo de Santiago
de los Caballeros, que ocupó hasta 1994,
pues por motivos de salud debió abandonar
la labor pastoral.
Expresiones
de sus hermanos sacerdotes
Monseñor
Ramón
de la Rosa y Carpio
“ Una de las grandes cabezas de la iglesia”
“ Para
la República Dominicana es una de las
grandes cabezas que ha tenido la Iglesia en el siglo 20.
Es un símbolo de la defensa de la naturaleza”.
Monseñor Agripino Núñez
Collado
“ Una
bendición del señor
para la Iglesia”
“ Fue
una bendición
del Señor poder
contar por tantos años con su presencia. Como pastor,
su labor fue fecunda y es una de las mentes dominicanas más
lúcidas”.
Padre
Richard Bencosme
“ Eternamente agradecidos a él.
“
Creo que fue una persona que hizo muchísimo por esta
diócesis; dio vigor a los movimientos apostólicos
y creó las presidencias de asamblea. Debemos estar
eternamente agradecidos”.
Padre
Lucas Lafleur
“ Impulsó tres
proyectos excepcionales”
“ Impulsó tres
aspectos excepcionales: su proyecto de Encontrémonos,
los presidentes de Asamblea y su gran preocupación porque
llegáramos a los constructores
de la sociedad”.
Padre
Ramón Dubert
“ Preparó las
bases de la Iglesia en cuanto a los laicos”
“ No
sabe hablar mal de nadie, sabe escuchar y pone ante todo a
la persona humana. Preparó las bases de
la Iglesia en cuanto a laicos, su obra fue genial”.