C.T.M.- Don Pedro Mir, ¿qué mensaje le envía Usted a la juventud dominicana?. Pero antes del mensaje, me gustaría saber las diversas actividades que ha desarrollado en su vida. P.M.- "¿Una especie de curriculum?" C.T.M.- Una especie de curriculum. P.M.- "Bueno, creo que estamos cayendo en lo mismo que queríamos evitar desde el principio. "Yo soy abogado. Ya no ejerzo, porque las condiciones de la vida pública me obligaron a emigrar y esa carrera se perdió. Yo fui de la primera generación a la que se le otorgaron los títulos de "Doctor en Derecho", y se distinguió, entonces, cuáles eran los abogados nuevos, porque los abogados que eran "licenciados" eran los viejos, y eran los buenos. Los que teníamos el título de "Doctor en Derecho", los nuevos, no teniamos experiencia en la carrera, de manera que algunos de nosotros preferíamos ponemos "licenciado"', ¿no?, para los fines del prestigio... "El hecho de que recibiera el titulo de Doctor en Derecho fue lo que hizo posible que yo fuera a trabajar como profesor de la Escuela Normal, porque en esa época había que tener un título académico para ejercer en la Escuela Normal. En el exilio trabajé mayormente como contable; fui contador de una empresa durante muchos años, en La Habana, y en México trabajé durante algún tiempo como traductor de la UNAM, en el departamento de Filosofía". C.T.M.- ¿Cuántos Idiomas habla don Pedro Mir? P.M.- "Bueno, yo hablo medianamente el español, pero en la vida, pues, me he defendido con el inglés y con el francés, porque he viajado mucho; pero además los abogados, por lo menos en aquella época teníamos que saber cuando menos leer y traducir perfectamente el francés, pues todos los textos estaban en francés... y creo que siguen estándolo".
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