La intención que bordea la configuración del poema muestra un carácter socio-político dominante: "Hay un país en el mundo / donde un campesino breve, seco y agrio / muere y muerde/ descalzo / su polvo derruido...". Así, mientras va desgranando los matices que denuncian la problemática social, proyecta la construcción con una dimensión épico-1 frico. A tus versos de aliento épico ("En verdad./ Con tres millones suma de la vida / y entre tanto cuatro cordilleras cardinales / y una inmensa bahía...") opone una eclosión lírica intensificada ("Después / no quiero más que paz. /Un nido de constructiva paz en cada palma./Y quizás a propósito del alma/ el enjambre de besos / y el olvido"). El poema está escrito en forma tradicional, pero acude a versos libres y sueltos, conjugados a veces con rimas y medidas silábicas variables. Todo el poemario muestra un acentuado ritmo, con un lenguaje sensorial y musical impresionante en el que la adjetivación es deslumbrante y preciosista con la consecuente elegancia estética apreciable. Aparecen también metáforas brillantes y sonoras, y en la descripción, tanto del paisaje como de las situaciones aludidas, la prosopopeya y la personificación son recursos que confieren un aliento vibrante y vital a la estructura del poema. Al combinar la denuncia social con el lirismo más íntimo, así como la protesta cruda y el virtuosismo preciosista, el realismo y el dramatismo de sus versos lucen auténticos, a tal punto que el poema se ha convertido en uno de los más significativos de la historia literaria dominicana contemporánea. Otro aspecto que llama la atención es la forma como Pedro Mir plasma su testimonio y su denuncia de la realidad social dominicana, pues no se trata de un testimonio seco y descarnado, o de una denuncia directa y planfletaria, sino que recurre a palabras hermosas, a combinaciones rítmicas eufónicas, a recursos sensoriales que confieren una musicalidad y armonía refrescante que mitigan así el profundo desazón o el hondo desconcierto que produce el trasfondo sustancial de su denuncia, o aligeran el hondo sentimiento que motiva la materia de su canto, por lo cual todo el poema resulta una lectura sencilla, amena, atractiva, a pesar de los motivos desgarrantes que contiene el texto. Dentro de las construcciones importantes quiero destacar una técnica que llamo "enunciación de contraste", procedimiento que consiste en contrastar unas ideas o creencias a las que se les da apariencia de verdad, pero al término de las mismas se refutan señalando las razones que las invalidan como ciertas. Por ejemplo, cuando dice "algún amor creerá / que en este fluvial país en que la tierra brota/.../ irán los campesinos con asombro y apero / a cultivar / cantando/ su franja propietaria". Al sentido de la estrofa se le opone esta expresión: "Pero no". Y al término de las estrofas se contrapone la explicación auténtica: "Es un país pequeño y agredido, ../sencillamente triste y oprimido". (Texto Anterior) (Continua)
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