Escritos
La Profesión

Ver

Un joven ingeniero se gradúa con notas bastantes buenas y se dispone a ejercer su profesión en una plaza donde ya hay mucha competencia. Con recursos de su familia abre su oficina de trabajo y emprende la tarea ordinaria de su profesión. Día tras día llega el proceso normal de la rutina. Al cabo de un tiempo siente una desgana o falta de entusiasmo en su trabajo. Y comienza a preguntarse: ¿Es esta la carrera que debí estudiar? No me siento a gusto en este trabajo. Esto lo estudie solo ilusionado por alguien a quien vi prosperar y enriquecerse. O porque mis padres me insistieron en que debía estudiar ingeniería.

Es solo un caso. Así como se da en una profesión se da en otra. Y son ingenieros, médicos, abogados, maestros, administradores o de cualquier profesión los que se hacen ayer, hoy o mañana la misma pregunta.

¿Qué hacer? Antes de abrazar una carrera, deben comprobarse las aptitudes. Cada uno a lo suyo. ¿Quién debe hacerlo? El mismo aspirante debe buscar la oportunidad de observar de cerca el ejercicio profesional de algún amigo, allegado o familiar. Y una vez emprendido el estudio, debe aprovechar las prácticas en que puede descubrir su posible éxito o fracaso. Pero es la orientación profesional la que ha de servir a los aspirantes a una carrera y a sus familiares de guía insustituible.

Juzgar

Es un hecho muy fácil de comprobar que el hombre es dignificado por el trabajo y que la humanidad crece y se perfecciona en todos los órdenes ejerciendo cada hombre su capacidad de trabajar. El trabajo puede ser múltiple según sea el ejercicio de las diversas facultades y capacidades del hombre y según respondan sus actividades a otras tantas necesidades humanas. De ese hecho surgen la profesión (del latín profitere) declarar, manifestar públicamente algo).

Los oficios y profesiones son prácticamente innumerables. Hay trabajos ordinarios y sencillos; hay profesiones difíciles y hay especializaciones muy calificadas. ¿Cuál de esos oficios y profesiones es más importante? Difícil es saberlo, porque el pequeño horticultor rinde a la sociedad un servicio que ayuda a la conservación de la vida como el sabio investigador de la medicina moderna ayuda a prolongarla.

Existen grados diversos en la escala profesional, la artesanía, el peritaje y la profesión liberal. Todos ellos se complementan y forman como los diversos engranajes de un motor, el equipo que mueve la vida de la sociedad. No solo los trabajos manuales, sino también los que son mixtos, manuales e intelectuales y aun los puramente intelectuales como los pensadores, escritores y maestros son parte del gran mundo del trabajo.

Todo trabajo, oficio o profesión es honor y privilegio para el ser humano. Ejercerlo con eficiencia, capacidad, y honradez dignifica a quien lo hace. Por eso es de particular importancia el tener muy claro en la mente y en la conciencia el concepto de profesión. Más aun es necesario el conocimiento y valoración de este concepto, porque frecuentemente el mismo es deformado por intereses y juicios de valor que no corresponden a la realidad

Concepto de Profesión

Los conceptos de oficio y profesión se refieren a un mismo objeto: la actividad humana dedicada y ordenada a diversos actos. El oficio es toda actividad dedicada a determinado trabajo. La profesión también es un oficio, aunque indica un grado especial de la calidad del oficio.

La palabra oficio es muy antigua. Ya San Isidoro de Sevilla (a. 560-636) en su monumental obra “Las Etimologías” ya citada, que fue como la primera enciclopedia, dice que esta palabra se deriva del verbo latino “efficere” (hacer) y que se dice “Officium” en vez de “efficium” por eufonía (es decir, suena mejor a los oídos). Y como el verbo “efficere” se refiere a la acción, los oficios se distinguen por sus actos.

La diversidad material de los actos es innumerable por eso los oficios no se distinguen atendiendo a ella, sino atendiendo a su diversidad formal; esto significa que se distinguen atendiendo a las distintas especies de actos; quien fabrica zapatos es zapatero, quien pinta cuadros es pintor…

La eficiencia, pues, determina el oficio y cada oficio implica una acción que tiende a un termino de operación distinto del sujeto que la realiza. Como actúa sobre otros el médico o el juez.

He aquí algunos conceptos profundos de Santo Tomás de Aquino: “Como hay muchas cosas necesarias para la vida del hombre que uno no puede obtener por si mismo, es preciso que las cosas diversas sean hechas por distintos hombres; unos sean agricultores, otros constructores, y así en otros casos…” “es preciso también que algunos se dediquen a las cosas espirituales en beneficios de los demás…” “Esta distribución de los diversos oficios entre personas distintas las realiza la divina Providencia dando a los hombres mayor inclinación a un oficio que los otros” (Suma contra los gentiles, 111, 134).

Estos principios, la profesión u oficio, cualquiera que sea implica tres notas esenciales: a) actividad propia; b) servicio a los demás; c) por vocación o propia elección.

Actividad Propia. Todo oficio o profesión la requiere. Por ejemplo, no es agricultor el dueño de la tierra que no la cultiva. Ser propietario no es un oficio o profesión en el sentido verdadero.

Al servicio de los demás. Esto denota que se trata siempre de una actividad de carácter social, ejercida dentro de una sociedad organizada, dentro de la cual cumple una misión para el bien común. El hecho de que se realice una función con carácter social no impide desde luego, sino que supone también el bien particular compatible con el bien de todos -o bien común- porque el profesional también forma parte de la sociedad.

Cuando la actividad profesional se dirige a promover el arte, la ciencia, la cultura y el perfeccionamiento espiritual, junto con la salud corporal, el desarrollo económico y el bienestar general de la comunidad, es más visible su carácter social.

Por vocación o propia elección. Es punto de gran importancia, porque la vocación para determinado oficio o profesión determina la diferencia entre un profesional y otro, así como la calidad del servicio que ofrece. Hoy se valora mucho la vocación y se considera necesario descubrirla y estar seguro de ella antes de iniciar el aprendizaje o estudio de cualquier carrera profesional. Una equivocación en este orden tiene consecuencias nada favorables en el curso de la vida.

¿Qué es la vocación?

La vocación es una inclinación natural de la persona a un trabajo determinado, para el cual se tienen aptitudes.

La vocación es problema fundamental en la vida de todo hombre y hay que resolverlo con acierto para que la misma vida pueda ser más útil y la profesión que se ejerce cumpla su función social.

La vocación supone aptitudes y cualidades determinadas y descubrirlas es objeto propio de la llamada “orientación profesional”. Hay sobre esto muchos libros que tratan la materia de manera especializada; hay centros que se dedican a esta orientación y vale la pena hacer uso de sus servicios para una buena elección de carrera.

El elemento psicológico fundamental de la vocación es el atractivo personal hacia determinada carrera profesional así como a la recta intención de ejercerla bien no basta, pues, el simple interés por ella, ya que este interés puede ser circunstancial y desaparecer cuando desaparece la circunstancia que lo produce.

Aun más, no basta el elemento psicológico. Al atractivo hay que añadir la aptitud, ya que la naturaleza nada hace en vano. Cada profesión requiere dotes corporales que se ven necesarias y lo mismo hay que decir de los dotes de la mente.

Hay en el mundo muchas vocaciones equivocadas y esto tiene, desde luego, repercusión en la vida moral del individuo que las ejerce, afectando su propia felicidad. Cuando la profesión, en cambio, coincide con la vocación, hay eficiencia y es fácil crear dentro de la misma profesión.

En síntesis, toda vocación profesional tiene tres elementos constitutivos: atractivo, recta intención, idoneidad.

Para completar el significado de vocación, hay otros elementos complementarios. Los principales son: Estabilidad, honradez, espíritu de servicio y respeto a la dignidad humana.

a) Estabilidad. Aunque a veces se puede cambiar de profesión, esta, de ordinario es vitalicia.

b) Honradez. El profesional debe saber que no puede buscar solamente su bien particular sin importarle los procedimientos, porque la profesión u oficio es también contribución al bien común. Cuando se falta a la justicia y a la honradez, se descalifica la profesión que se ejerce.

c) Espíritu de servicio. No merece el nombre de profesional el que no pone su talento y capacidad al servicio de los demás. Adquieren gran estatura moral y son reconocidos los que han demostrado más sensibilidad a los problemas humanos.

d) Respeto a la dignidad humana. El profesional no debe ver al cliente solo en su aspecto económico, en su utilidad material, como si fuera la pieza de un motor. Hay que ver al hombre en su dimensión temporal y eterna, obra maestra del creador de todas las cosas y del que debemos ser solidarios en una gran fraternidad humana.

Separar la moral de la profesión es preparar la ruina de la sociedad. Las diversas profesiones, de hecho, son los motores que impulsan la vida social, en lo económico, en lo político, en lo cultural y esto supone ya un enorme poder e influencia.

Cada profesión tiene sus particularidades que la distinguen de las demás, pero puede quedar interrelacionada con otras al través de algunas afinidades. Son tantas las profesiones en nuestros días, que el profesor alemán Fritz Moll ha llegado a contar 18,000 diferentes.

A partir de la segunda guerra mundial el mundo ha tenido enormes cambios en la vida cultural y económica y esto ha determinado que las actividades profesionales y el sentido de la profesión se hallen también en profunda evolución. De ahí la importancia que reviste la orientación profesional y la buena elección.

Conciencia Profesional

El conocimiento de la profesión que se ejerce y del cúmulo de derechos y deberes que lleva consigo y sobre todo la vivencia de esos derechos y deberes, conducen necesariamente a lo que se ha llamado con exactitud conciencia profesional

La conciencia profesional que distingue al buen profesional del que no lo es, comienza temprano en los cursos de aprendizaje de la profesión u oficio. Si en nuestro tiempo se habla de crisis en el ejercicio de muchas profesiones, hemos de concluir con Bernanos que “la crisis no esta planteada en las inteligencias, sino en las conciencias”.

Falta de conciencia profesional, aflojamiento de la conciencia moral en general. La ignorancia o desprecio de los principios religiosos. La fuerza de las costumbres generalizadas y aceptadas. El olvido del bien común. El materialismo que trata de desplazar los valores morales y espirituales de la humanidad.

Como principios básicos en los que se apoya la verdadera conciencia profesional se han de aceptar y poner en practica los siguientes: a) El sentido religioso de la vida: Dios esta en el principio y termino de toda vida humana. b) el carácter social de la persona humana. El ser humano esta llamado a vivir en comunidad; a servirla y no solo servirse de ella. c) El carácter social del trabajo: mediante el trabajo la sociedad se organiza y crece en todos los ordenes. d) el sentido sobrenatural de toda la familia humana: el hombre tiene una dignidad muy particular, porque resume el mundo material y espiritual, es cuerpo y espíritu, la obra más perfecta de Dios en la tierra.

Secreto Profesional. La responsabilidad de todo profesional frente a la sociedad implica un serio deber de guardar secreto en todo aquello que pueda causar algún daño o perjuicio si se divulga.

Violar el secreto profesional, en casos graves, constituye un verdadero delito y obligara en conciencia a reparar el daño causado. Este secreto que linda con lo sagrado en el ministerio religioso, debe ser también muy riguroso en profesionales como la del medico, el abogado, el notario y profesiones afines.

Actuar

Hay muchos libros sencillos escritos para orientar sobre la profesión. Buscarse una de ellos y leerlo con detenimiento.

Relacionarse con algún buen profesional de la carrera a la que se aspira y preguntar sin temor lo que más interesa saber.

Dialogar con los compañeros de estudio sobre los “pro” y los “contra”, los valores y las dificultades de la profesión que se ha de seguir.

Reflexionar sobre el siguiente texto: “ Zapatero a tus zapatos”

Preguntarse:

¿ Esta ligada la felicidad a la buena elección de carrera?

¿ Por qué?

¿ Cómo se evitaría una elección equivocada?

¿ Qué remedios podrían buscarse después de la mala elección?