DISERTACIÓN
IMPROVISADA DEL DR. LEONEL FERNÁNDEZ, EX PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA, EN LA UNIVERSIDAD SETON HALL, DE WEST ORANGE,
EN NEWARK, NEW JERSEY,ESTADOS UNIDOS
Junio 2, 2002
Don
Rafael Marte, presidente de la Asociación Conciencia Política
Dominicana, Inc., (COPODO),
Distinguidas autoridades de esta
entidad,
Profesor y distinguido amigo, Frank
Morales, de Seton Hall
Un saludo muy especial a doña
Dedé, a Minou y a toda la familia Mirabal aquí presente,
Un saludo a la delegación
dominicana que me ha acompañado en este viaje a Estados Unidos,
Representantes de las distintas
corrientes dominicanas aquí representadas
Compañeros, amigos,
Señoras y señores.
Hace algún tiempo estuvo
visitando el Museo de la Revolución en México y estaba
observando una secuencia fotográfica que había allí
de los acontecimientos que se precipitaron en el año de 1910
con ocasión de la Revolución Mexicana, la revolución
que dio al traste con la dictadura de Porfirio Díaz.
Y en esa secuencia fotográfica
aparecía siempre el líder de esa revolución,
don Francisco Madero. En una fotografìa aparecía en
un carruaje, con una inscripción abajo que decía que
´´Francisco Madero llegaba a México para traer
la democracia´´. Y había otra secuencia fotográfica
más allá, donde unos campesinos aparecían hablando,
preocupado de que Madero no venía solo, sino con una señora
que llaman Democracia. Y la preocupación fue más grande,
porque en otra secuencia otro decía no solamente que se llama
Democracia, sino que tiene un apellido extrañísimo:
Representativa.
Entonces, Francisco Madero va a
llegar con una señora que llaman Democracia Representativa.
Y eso refleja un poco la ignorancia que había en aquél
tiempo en México respecto de qué cosa podía
ser la democracia para la gran masa campesina.
Se tenía una certeza, se
estaba luchando contra la dictadura de Porfirio Díaz y la
única certidumbre que había era que se estaba luchando
contra un régimen tiránico, despótico, pero
no se tenía plena conciencia qué significaba exactamente
la democracia.
Y pienso que esta revelación
de esta secuencia fotográfica de la Revolución Mexicana
nos dice mucho de lo que ha sido la experiencia en América
Latina y, por supuesto, la República Dominicana.
De alguna forma toda la historia
de la República Dominicana, desde la fundación de
la República de 1844 hasta nuestros días, puede resumirse
desde el punto de vista político como una lucha permanente
en contra de tendencias autoritarias y en favor del establecimiento
de un sistema democrático. Y esto ha experimentado oscilaciones
permanentes en el tiempo. A veces tenemos períodos de nuestra
historia en que prevalecen regímenes autoritarios, dictatoriales
y otro momento de nuestra historia en que hemos tenido un predominio
de sistemas o regímenes democráticos.
En sentido general la historia dominicana
ha estado marcada fundamentalmente por tendencias autoritarias,
desde el origen de la República; y no ha sido sino justamente
desde la muerte de Trujillo para acá, donde hemos tenido
el mayor período de nuestra historia de prevalencia o predominio
de actitudes, valores y comportamientos democráticos en la
vida dominicana.
La pregunta, entonces es, ¿por
qué ha sido así, por qué razón siempre
ha habido mayor tendencia hacia regímenes autoritarios que
democráticos en la historia de la República Dominicana
y qué es lo que ha hecho posible que en los últimos
41 años de nuestra historia haya una tendencia marcada hacia
el predominio de un sistema democrático?.
Si nos fijamos bien en el origen
de la República, el fundador de la Patria Juan Pablo Duarte
a los pocos meses de haberse proclamado la independencia de la República,
tuvo que salir hacia el exilio. De manera que la corriente liberal-democrática
del país desde que se funda la Nación pierde el espacio
frente a los grupos conservadores, no solamente Duarte, lo mismo
fue Sánchez y lo mismo fue Mella y los Trinitarios. En un
primer momento tienen que salir al exterior.
Y se instala un período entre
1844 y 1861, una lucha de caudillos entre Pedro Santana y Buenaventura
Báez que culmina en 1861 como resultado de la anexión
a España.
La anexión a España
no solamente fue un eclipse de la soberanía nacional, sino
que en términos políticos aniquiló la figura
política de Pedro Santana. Ya después de la Restauración
en el 1865, Pedro Santana no tiene presencia política en
el escenario de la República Dominicana. Él fue una
víctima de la propia criatura que engendró, que fue
la proclama de la anexión a España, que le puso fin
a la independencia de la República en esos 17 años
que van del 1844 al 1861.
Pero en el período posterior
a la Restauración si bien desaparece la figura de Santana
el caudillismo no desaparece en la República Dominicana.
La figura de Báez y la creación de su partido, el
Partido Rojo, que representa fundamentalmente a los productores
de madera del sur, productores de caoba para fines de exportación,
y este partido se va a enfrentar al partido que estaba destinado
a crear las bases ideológicas y a la implantación
del sistema democrático en la República Dominicana,
que es el Partido Azul, el partido de Gregorio Luperón, que
estaba integrado fundamentalmente por los productores de tabaco
de la región norte del país, fundamentalmente del
Cibao. Se entendía que esta lucha iba a ser entre el conservadurismo
de los Rojos y el liberalismo democrático de los Azules.
Sin embargo, todo este período
que va desde 1865 por la Restauración hasta la muerte de
Lilís en el 1899, hay un predominio del sistema autoritario,
despótico o tiránico y solamente tenemos algunos momentos
fulgurantes, episódicos, transicionales del sistema democrático.
¿Cuáles?. El Gobierno de Eulises Francisco Espaillat,
cinco meses, el Gobierno de Francisco Gregorio Billini, 6 ó
7 meses, pero por lo demás, Báez, el Gobierno de los
seis años, o después Lilís que se apodera del
Partido Azul echa de lado a Gregorio Luperón y establece
una dictadura de 13 años, que sólo culmina con su
muerte en el año de 1899.
Y cuando pasamos este período
desde la Restauración a la muerte de Lilís de 1899,
entonces hay la emergencia de dos nuevos caudillos, hasta que llega
Trujillo en el año de 1930, porque aunque vamos a tener a
Carlos Morales Languasco, y vamos a tener el Gobierno de los seis
años de Mon Cáceres, el período entre 1899
y el año de 1930 es básicamente la época de
las luchas entre Bolos y Coludos, es decir, entre Juan Isidro Jiménez,
-el ´´jimenismo´´-, y Horacio Vázquez.
La lucha entre Vázquez y Jiménez es la que va a marcar
esta etapa, con el interludio de la ocupación norteamericana
de 1916 a 1924. Y, por consiguiente, terminamos este período
y entonces viene 31 años de dictadura. Una vez más,
el predominio de fuerzas autoritarias sobre el sistema democrático.
Y uno tiene que preguntarse: ¿a qué se ha debido eso?.
Porqué razón, si de un primer momento la idea de un
sistema de libertad, de igualdad, de justicia, del establecimiento
de un Estado de Derecho en la República Dominicana, fue el
objetivo central dominante en la historia dominicana hasta la muerte
de Trujillo para acá, lo que ha predominado siempre ha sido
un sistema despótico y dictatorial.
Y, por supuesto hay varias explicaciones
para esto. La primera explicación tiene que ver con la no
correspondencia entre desarrollo económico y social y las
instituciones políticas. Hay una tesis en el ámbito
de las ciencias políticas en el sentido de que la democracia
como sistema político, es la expresión del sistema
capitalista.
Y si el capitalismo propiamente
no ha logrado desarrollarse como sistema económico, es muy
difícil poner a funcionar instituciones políticas
democráticas. El gran ejemplo de los Estados Unidos es que
cuando surgió como Nación en el año de 1776,
lo hizo con una base capitalista. Estados Unidos no conoció
nada que no fuera el capitalismo desde sus orígenes. Y esa
base de desarrollo capitalista permitió, también desde
sus orígenes, el establecimiento de un Estado de Derecho
y un sistema democrático.
De manera que si el ejemplo paradigmático
son los Estados Unidos, la democracia floreció en ese país
porque desde un primer momento había una base material en
la cual podía sustentarse. Y la historia de los Estados Unidos
es la historia del progreso permanente, del avance continuo en todos
los ámbitos: en la economía, en lo social, en lo cultural,
en lo tecnológico, hasta colocarse en la actualidad como
vanguardia de todo el mundo civilizado y, por supuesto, tener todo
eso requiere tener una serie de pensadores, requiere publicista,
requiere las personas en capacidad para difundir lo que sirve de
sustento a toda la sociedad.
Ese no es el caso de la República
Dominicana ni el caso de la América Latina. En el caso nuestro
fue todo lo contrario, o sea, la ausencia de desarrollo capitalista.
No teníamos ninguna base material. La República Dominicana
cuando declara su independencia está integrada por 100 mil
personas, en todo el territorio nacional sólo hay 100 mil
personas, la mayoría de las cuales está concentrada
en la capital. Para hacer un viaje desde la capital a La Vega en
el año 1844, se tomaba una semana. El viaje se hacía
en burro o se hacía a caballo. Tomaba una semana. No había
carreteras, lo que había eran caminos que se abrían
con el paso de los caballos y de los mulos. Las primeras carreteras
que comunican al país se construyen durante la ocupación
norteamericana que lo hicieron por dos motivos fundamentales: primero,
por razones de seguridad de orden militar, porque si hay una ocupación
militar se requiere transporte, vías de comunicación
rápida. Para ejercer el dominio se requería esto y,
en segundo lugar, porque durante la ocupación norteamericana
es que empieza a expandirse la industria del automóvil y
ya Estados Unidos estaba pensando cómo vendía carros
Ford a la República Dominicana.. Y no podía vender
carros Ford si en la República Dominicana no había
carreteras. Entonces había que construir las carreteras para
abrir el mercado y luego vender el producto que eran los carros
que se fabricaban acá (Estados Unidos). Entonces esos dos
motivos son los que impulsan las grandes carreteras, las que comunican
la capital con el Cibao y la capital con el Sur, porque la del Este
no se hizo durante la ocupación norteamericana; la del Este
se construyó durante el régimen de Trujillo.
De manera, que no había forma
de comunicarse entre la capital, San Pedro de Macorís, Higüey,
la Romana, Hato Mayor y el Seybo sino era justamente a través
de mulos, a través de caballos transitando esos caminos.
Entonces un país, como ustedes
ven, de escasa población, de cien mil habitantes, completamente
frugal, sin vías de comunicación, es decir, en estado
de aislamiento completo. Y lo mismo de la República Dominicana
era el resto de América Latina, con más o menos algunas
diferencias.
Nosotros lo que hicimos fue una
guerra de independencia en contra de poderes coloniales europeos
y adaptamos el régimen constitucional de esos países,
pero que no estaban en concordancia con el nivel de desarrollo económico
y social que nuestros países tenían en aquél
momento, empezando en el siglo 19.
En el caso de la República
Dominicana la paradoja aún es mayor, porque nosotros no proclamamos
la independencia frente a un poder colonial europeo; proclamamos
la independencia frente a Haití. Haití tenía
poderes imperiales sobre la República Dominicana desde 1822
hasta 1844 y esa es una de las grandes paradojas de la historia
de la República Dominicana que no fue lucha contra España,
no fue lucha contra Francia, no fue contra Holanda o Inglaterra,
fue contra Haití que nosotros proclamamos nuestra independencia.
Y fue por el temor a una nueva invasión haitiana en el período
1844 al 1861 que condujo a Pedro Santana a justificar el anexionismo
frente a España. De manera que el tema haitiano estuvo siempre
desde los orígenes de nuestra formación como nación.
Entonces la primera tesis es que
no hemos sido enteramente democráticos, porque no habíamos
tenido suficiente desarrollo económico y social; la segunda
tesis es de carácter cultural, de carácter histórico.
Al fin y al cabo las antiguas colonias españolas que se declararon
independientes, nunca han podido desarrollarse plenamente como capitalistas
y esto tiene que ver con España. La llamada ´´tradición
ibérica´´ , diferente a la corriente francesa
y al colonialismo inglés.
España, ciertamente, debido
a la Guerra de la Reconquista que duró 700 años antes
del viaje de Colón desde el siglo séptimo hasta 1492,
España estuvo en guerra contra el moro infiel y eso, entonces,
incluso impidió que España existiese como país,
como nación, pues lo que había eran reinos y en cada
rey gobernaba un rey o una reina: el reino de Castilla, el reino
de Aragón, el reino de Leon, etc. Y no es sino después
de la muerte de Isabel La Católica y de su marido, cuando
nace entonces Carlos I de España, V de Alemania, que España
se integra en un solo reino, pero antes de eso España no
existía.
Y sin embargo, tratando de buscar
una ruta que conectara a Europa con el Asia descubrieron, sin estar
en búsqueda de eso, este nuevo mundo, tuvieron que colonizarlo
y conquistarlo sin tener la base para eso y ahí entonces
surgieron las colonias que hoy son los países de América
Latina, pero que eran parte de un Imperio que no se concebía
a sí mismo como Imperio. Diferente a Inglaterra que sí
era un Imperio, diferente a Francia que sí era un Imperio,
diferente a Holanda que desarrolló un Imperio.
Entonces, la segunda tesis es que
dondequiera que ha habido un desarrollo colonial de tradición
ibérica no se dieron las condiciones materiales para el desarrollo
del capitalismo y eso ha impedido, por consiguiente, el desarrollo
de la democracia. Esa es la segunda idea.
La tercera tiene que ver con la
interacción de fuerzas externas sobre nuestro territorio.
La República Dominicana ha visto pasar por su territorio
numerosos imperios desde su formación y estas fuerzas externas
de carácter imperial frustraron las posibilidades de un desarrollo
nacional. Primero empezamos con la colonia española, pero
después tenemos la ocupación francesa de 1795, una
parte que se queda en la porción oriental, el cuñado
de Napoleón Bonaparte y, la otra parte, que se va a Haití.
Después tenemos la invasión de Haití de 1805,
la invasión haitiana otra vez de 1822, las guerras entre
Haití y la República Dominicana entre 1844 y 1861,
la ocupación española del 1861, la ocupación
americana del 1916 y la ocupación americana del 1965.
Entonces la idea está en
que un país que ha estado dependiendo tanto de factores externos
no tenía fuerza suficiente como para hacer que la democracia
pudiera florecer.
Y estas son las tres ideas que han
dominado la explicación por qué razón, a pesar
del gran sueño de un sistema democrático, la República
Dominicana no alcanza plenamente la democracia.
Qué va a pasar del fenómeno
Trujillo, porque Trujillo es un fenómeno interesante en la
vida política de la República Dominicana. De Trujillo
nosotros solemos ver la parte brutal, la parte de violación
a los derechos humanos, las torturas, los exilios y demás
y, ciertamente, Trujillo fue todo eso.
Si pudiera definir a Trujillo de
manera muy simple con dos palabras desde el punto de vista político,
fue la concentración máxima del poder, del punto de
vista económico, fue la monopolización de la economía
para beneficio personal.
Nunca nadie en la historia de la
República Dominicana ha podido acumular tanto poder como
Trujillo. El poder político total, todo el poder concentrado
en sus manos y, económicamente, todas las grandes empresas
propiedad suya.
Por tanto, la República Dominicana
no era un país, era una empresa al servicio de Trujillo,
donde Trujillo era el principal socio accionista de esa empresa
llamada República Dominicana S.A., para decirlo de alguna
manera.
Estudiando el fenómeno del
trujillismo, tratando de tener alguna clave de explicación
histórica, de por qué había ocurrido, el profesor
Bosch elaboró una tesis que yo considero una de sus tesis
más lúcidas. La elaboró en un libro titulado
´´Trujillo: Causas de una tiranía sin ejemplo´´.
El dice que Trujillo es la encarnación de todos los males
históricos acumulados de la historia dominicana. Piensen
en todo lo malo que la historia acumuló terminó engendrándose
en la figura de Trujillo.
La semilla materna de Trujillo,
por vía de la abuela, vino de la ocupación haitiana
de 1822, la señora Villeta Chevalier vino de esa ocupación
haitiana; la simiente paterna de Trujillo vino con la ocupación
española de 1861. De manera que, biológicamente, Trujillo
es el fruto de dos intervenciones. Pero desde el punto de vista
militar y político, Trujillo es el fruto de una tercera intervención,
la ocupación militar norteamericana del 1916 al 1924.
De manera que biológica,
militar y políticamente Trujillo es el fruto de tres intervenciones.
Si no se hubieran dado, Trujillo no hubiera existido en la historia
de la República Dominicana. Ahora, cuando Trujillo llega
al poder en el 1930, que saben ustedes las circunstancias en que
aquello se produjo, porque el viejo Horacio Vázquez fue electo
en el 1924 y su mandato terminaba en el 1928, pero un grupo de gente
de su entorno se le ocurrió que ese mandato había
que extenderlo por dos años más. En lugar del 1928
tenía que ser en el 1930. Entonces colocaron al país
en una situación delicada y eso entonces determinó
que un grupo de militares a la cabeza de los cuales estaba el Jefe
del Ejército que era Trujillo, le dieron un golpe de estado
el 23 de febrero de 1930, iniciándose esa dictadura de Trujillo
de 31 años.
Pero cuando Trujillo llega al poder,
todavía seguimos siendo un país sumamente atrasado
en todos los órdenes. En el año de 1920, once años
atrás de la llegada de Trujillo, se hizo un censo en la República
Dominicana y en ese censo éramos 800 mil habitantes en todo
el territorio de la República. De modo que once años
después si éramos 800 mil en el 1920, diez años
después, en el 1930, no llegábamos al millón.
O si llegábamos al millón escasamente pasamos de un
millón de habitantes en todo el territorio de la República
Dominicana, en el 1930.
Trujillo es realmente el que crea
el Estado Moderno de la República Dominicana. Es con Trujillo
que se inicia propiamente el proceso de industrialización
y de la creación de algunas de las instituciones que perfilan
lo que es el Estado Dominicano de hoy día. Por ejemplo, el
Banco Central, el peso dominicano surge con Trujillo, lo que antes
circulaba era el dólar americano como moneda y no había
Banco Central. De modo que es con Trujillo que propiamente se inicia
lo que es la Guardia Nacional, el Ejército Nacional es con
Trujillo que nace, antes de eso no existía. Lo que teníamos
era ejércitos bisoños, improvisados, dirigidos por
caudillos regionales que se lanzaban a guerras civiles intestinas
que entonces llamaban revoluciones y que no eran revoluciones, porque
la lucha del general Macabón por Samaná o Desiderio
Arias, eso no eran propiamente revoluciones. Era fruto de la anarquía,
resultado del atraso material de la sociedad dominicana. Lo que
querían era tomar control de las aduanas para ellos crear
su propio mini estado, su propio pequeño estado.
En cambio con Trujillo nace la Guardia,
nace la Policía, el Banco Central, la moneda; todo esto nace
con Trujillo. Lo único malo es que todo esto es para beneficio
propio de él. Eso es lo malo.
Bueno, llegamos entonces al 1961,
muere Trujillo y qué tenemos. Tenemos entonces un país
con 3 millones de habitantes. En el 1960- 61 somos 3 millones de
habitantes. Ahora, de esos tres millones de dominicanos, 2 millones
100 mil viven en el campo. De manera que el 70 por ciento de la
población era población rural en el año de
1961 cuando muere Trujillo.
Solamente 900 mil habitantes viven
en zonas urbanas en el país y la economía nacional
depende fundamental de la producción y exportación
de caña de azúcar, de café, de cacao y de tabaco.
Muy pocos dominicanos residentes en el exterior; es la época
en que vengo aquí a Estados Unidos. En la escuela donde estaba
había otro estudiante dominicano y en el barrio prácticamente
nadie; no había casi dominicanos residentes en los Estados
Unidos, en el 1961-62.
Entonces estábamos aislados,
desconectados también del resto del mundo para esa época.
Y hoy día ¿qué somos, 41 años después?.
Qué ha pasado con la República Dominicana. De 3 millones
de habitantes, ahora somos 8 millones de habitantes. En 41 años
duplicamos casi triplicamos la población, porque en realidad
somos 8.5 millones. Y hoy día el 70 por ciento de la población
vive en zonas urbanas y solamente el 30 por ciento en zonas rurales.
En 41 años la cosa cambió. Si en el 61 el 70% vivía
en el campo, hoy el 70% vive en las ciudades. El 63% de la fuerza
laboral a la muerte de Trujillo, era fuerza laboral campesina. En
la actualidad el 80 por ciento de la fuerza laboral dominicana está
vinculada a la economía de servicios.
El perfil socioeconómico,
la estructura de la sociedad dominicana ha cambiado radicalmente
en 41 años. Y en verdad ha sido que en éstos últimos
41 años que hemos hecho el tránsito de una sociedad
precapitalista a una sociedad capitalista. Ha sido una época
de gran progreso económico y material en la historia dominicana
como no lo había habido antes. Yo diría que los últimos
41 años, representan la edad de oro del desarrollo económico,
social y político de la República Dominicana. Nunca
antes hemos tenido un período de mayor desarrollo como los
últimos 41 años, después de la muerte de Trujillo.
Pero como ven ustedes tiene que ver con la transformación
de la estructura económica y social, de una sociedad rural
a una sociedad urbana, de una economía agrícola de
exportación a una economía de servicios que hoy día
depende, fundamentalmente, de tres aspectos: zonas francas, turismo
y las remesas de los dominicanos residentes en el exterior que andan
por encima de los 2 mil millones de dólares y que son una
fuente esencial para el sostenimiento de la economía dominicana.
Pero no siempre fue así,
porque a la muerte de Trujillo desde el punto de vista político,
iniciamos entonces lo que podríamos llamar la primera transición
hacia la democracia que fracasó. El primer intento de transición
democrática fracasó. ¿Por qué razón?.
Porque el gobierno electo de Juan Bosch fue derrocado a los siete
meses de haberse instalado. Y uno pregunta por qué razón
fracasó ese primer intento de transición democrática
en el año de 1963, y la razón es muy simple: porque
los actores que hacen posible el sostenimiento de la democracia
no estaban lo suficientemente maduros en la República Dominicana
como no lo estaba la sociedad en su conjunto para entender lo que
era régimen democrático en aquel momento.¿Y
cuáles eran los actores¿: la Iglesia, pero una Iglesia,
cuyo uno de sus voceros principales, el Padre Láutico García,
tiene una polémica con el candidato Juan Bosh para saber
si éste es comunista o no comunista. De manera que la Iglesia
en aquél momento, un actor importante, tenía una situación
de confrontación respecto de los credenciales del candidato
Juan Bosch.
Los militares, el otro sector importante,
que a principios de los años 60 incursionaban activamente
en lo que tiene que ver con la política y estaba, por supuesto,
la oligarquía antitrujillista, cuyo prestigio consistía
en que se enfrentó a Trujillo durante la dictadura, pero
de pensamiento conservador y con grandes intereses económicos
que se organizaron alrededor de la Unión Cívica Nacional
y cuya líder fue Viriato Fiallo. Se organizan elecciones
y saben por qué. Porque a la muerte de Trujillo y después
que el Dr. Joaquín Balaguer tiene que irse en enero de 1962,
se crea el Consejo de Estado, que estaba dirigido por los ´´cívicos´´,
quienes creen que en las elecciones va a ganar Viriato Fiallo. Y
es por eso que promueven las elecciones en el 1962. Y aunque uno
era niño, recuerdo perfectamente que en un primer momento,
en el año 62, la Unión Cívica Nacional tenía
más apoyo que el PRD (Partido Revolucionario Dominicano).
Y yo recuerdo que había unos sombreros que se hacían
con la Unión Cívica Nacional con las cadenas rotas
y se oía a la Unión Cívica Nacional y el 14
de Junio.
Lo del PRD y Juan Bosch surgió
después. Cuando él llega e inicia un programa de radio
todos los días, a través de Tribuna Democrática
y eso empieza a calar en la gente y ya para diciembre del 1962 se
ha producido un cambio en la actitud de la población que
vota mayoritariamente por el candidato Juan Bosch.
Pero a la muerte de Trujillo, la
figura que emergió no fue Juan Bosch, fue Viritao Fiallo
y la Unión Cívica Nacional y, por supuesto, el 14
de Junio en la figura de Manolo Tavarez Justo por todo lo que significaba
también de resistencia a la lucha antitrujillista. Esas eran
las figuras esenciales.
Entonces nunca pensaron que Bosch
iba a la ganar las elecciones. Las ganó, se instala y entonces
hay un elemento externo que va a influir en lo que fue este gobierno:
la Revolución Cubana. La Revolución Cubana se va a
convertir entonces en un elemento de referencia frente a la política
dominicana, y frente a toda la política de América
Latina y la definición de la política exterior de
los Estados Unidos. A Bosch se le exigió, tajantemente, que
tenía que perseguir a los comunistas en la República
Dominicana y él se negó a perseguir a los que eran
sindicados como que eran de tendencia de izquierda, que tenían
su propio historial de lucha en el país: los líderes
del MPD (Movimiento Popular Dominicano), los líderes del
Partido Socialista Popular que habían sido, fundamentalmente,
más que comunistas antitrujillistas, porque ahora mirando
hacia atrás uno se da cuenta que en el año de 1960
no podía haber un solo comunista con criterio de lo que significaba
ser comunista. Porque ahora uno se da cuenta que en el 1960 no había
un solo líder dominicano que se hubiese leído El Capital
de Marx. Lo más que leían era el Manual de Economía
Política de Dititin y un libro que había escrito un
dirigente cubano, sindicalista, Blas Roca, sobre el tema de economía,
pero nadie realmente dominaba la teoría marxista. Había
llegado el profesor Dato Pagán que estuvo en el exilio, había
llegado Corpito Pérez Cabral, un gran dirigente nuestro que
vivió en Venezuela que conocían algo de marxismo y
formaron una escuela, pero teóricos marxistas o partidos
marxistas realmente no los había. Lo que pasa es que Estados
Unidos se sentía muy preocupado por el triunfo de la Revolución
Cubana y por Fidel Castro. Y resulta, como sabemos, que la llegada
a la República en 1959 del grupo de Jiménez Moya venía
de Cuba. Ese grupo se estrenó en la Sierra Maestra, ese grupo
tuvo contacto con Fidel, pero la etapa anterior al Fidel de la declaratoria
de ser marxista, porque la Revolución Cubana triunfa en el
1959 y la declaración de Fidel es después de Bahía
de Cochinos, en octubre del 1961.
Estamos hablando del 14 de junio
de 1959. El grupo de Jiménez Moya participó en la
lucha contra Batista, pero en la etapa que podríamos llamar
la revolución nacionalista-populista de Fidel Castro antes
de declararse marxista. Pero ya en Estados Unidos Eisenhower y Kennedy
tenían la preocupación de que la Revolución
Cubana se puede extender como ejemplo al resto de América
Latina y hay que frenar eso.
Y aquí hay una definición
que me resulta sumamente clave en la historia contemporánea
de la República Dominicana, porque el presidente Kennedy
conversa con quien va a ser su embajador en la República
Dominicana, durante el gobierno del profesor Bosch: John Bartlow
Martín, que lo cuenta en su libro, libro que recomiendo,
´´Overtaken by Events´´, donde se narra
ese período desde la muerte de Trujillo hasta la Revolución
de Abril de 1965. ¿Y qué es lo que cuenta John Bartlow
Martín en ese libro? Que el presidente Kennedy se sienta
con él en la Casa Blanca antes de que vaya a la República
Dominicana y le dice las siguientes palabras: Mire, con relación
a la República Dominicana los Estados Unidos tienen que definir
tres aspectos: primero, democracia; segundo, Trujillo; tercero Fidel
Castro. Nosotros aspiramos a lo primero, sin descartar lo segundo
para eliminar lo tercero. Es decir, la política de los Estados
Unidos fue muy clara: apostamos a la democracia pero no descartamos
un régimen tipo Trujillo, pues de lo que se trata es evitar
un régimen tipo Castro.
Entonces se creó el problema
de la segunda Cuba , no podemos permitir la segunda Cuba y, en parte,
las presiones sobre el gobierno de Juan Bosch era que si no perseguía
los comunistas había la posibilidad de que fuera una segunda
Cuba. Y esos elementos, combinados conjuntamente con las guerrillas
en Haití del general Cantave para derrotar el gobierno de
Duvalier, este conjunto de factores precipitaron la caída
del gobierno de Juan Bosch. Bueno, Juan Bosch pronosticó
que un golpe de Estado en la República Dominicana duraría
lo que una cucaracha en un gallinero. No se produjo así.
En Venezuela recientemente sí se dio. El golpe de Estado
contra de Hugo Chávez, fue como una cucaracha en un gallinero.
Hubo que reponerlo rápidamente. Pero la Revolución
de Abril de 1965 fue fundamentalmente un esfuerzo cívico-militar
por restablecer el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch
y, por tanto, el sistema democrático.
Y pudo haber triunfado con la figura
estelar del coronel Francisco Caamaño Deñó
al frente de esa gran gesta heroica de la República Dominicana
contemporánea. Ahora, por qué no fue posible reponer
al profesor Bosch en la presidencia? Porque el gobierno de Lynson
Johnson llegó a sostener que el movimiento estaba siendo
liderado por los grupos de izquierda y volvió la tesis de
la segunda Cuba. No podemos permitir la segunda Cuba y entonces
vino la segunda intervención militar norteamericana que sofocó
todo aquello y que definitivamente aniquiló la posibilidad
de retorno del profesor Bosch al poder por una vía democrática
popular, en este caso con una revuelta cìvico militar como
la que se dio en el 1965.
Aquí entonces, ahora, se
va a iniciar otro momento importante de nuestra historia contemporánea,
lo que podríamos llamar la segunda transición.
Hay una primera transición
que fracasó, la desde la muerte de Trujillo hasta 1965. Fracasó
por qué?, porque tumbaron al profesor Bosch, un gobierno
electo y por intervención militar norteamericana. Entonces
tenemos que hablar de un fracaso de la transición democrática
del 1961 al 1965. Ahora empieza un nuevo período, una segunda
transición, que podríamos decir va desde el 1965 hasta
1978. ¿Y por qué la dejo en el 1978?, porque en el
78 se produjo una alternancia en el poder por vía democrática
y por primera vez en la historia dominicana un partido en el poder
tiene que cedérselo a otro que está en la oposición
y me parece que ese es un elemento clave en la historia democrática
de la República Dominicana.
Ahí caemos en el período
de los doce años del Dr. Balaguer, que yo creo que es el
período que muchos de nosotros nos sirve de escenario para
pensar acceder a la política y entender el fenómeno
dominicano.
Hay que ser justo en la historia
y tratar de colocar las cosas en su balance y en su perspectiva
real. Aunque todavía las emociones son muy recientes en nosotros
para analizar este período, yo creo que hay que verlo en
todo su aspecto, en toda su dimensión. Acabábamos
de terminar la guerra civil, acabábamos de terminar una intervención
militar norteamericana y unas elecciones muy reñidas en la
que algunos sostenían y siguen sosteniendo aún hoy,
que hubo fraude y que los votos del candidato Juan Bosch aparecían,
incluso, en los cementerios de La Vega y Bonao, que hubo fraude
en las elecciones de 1966. Que el profesor Bosch no pudo hacer campaña
electoral, pero aún así el que emerge como triunfante
de las elecciones es el Dr. Joaquín Balaguer. Hay toda una
historia de cómo fue eso posible que se cuentan en algunos
libros, algunos de los cuales están publicados en inglés.
Hay uno que les recomiendo también de Richard Helms, que
se titula ``The CIA: The man who kept the secrets`` y ahí
se cuenta que el presidente Lyndon Johnson le preguntó al
jefe de la CIA que cómo se podría resolver la crisis
en la República Dominicana y que Richard Helms, que entonces
era jefe de la CIA, aquí en los Estados Unidos, le dijo que
había un personaje político de la época de
Trujillo que vivía en Nueva York, llamado Joaquín
Balaguer y que ese hombre tenía suficiente apoyo en determinados
núcleos de la poblaciòn dominicana como para ser presidente
y que entonces Johnson le respondiò: ``That`s the man, get
him over to the Dominican Republic``. Y que así fue de alguna
manera, cómo en ese momento, se llenó el vacío
político.
Bueno, insisto, después de
una guerra civil, después de alegatos de fraude, en un momento
tenso de la vida dominicana donde Balaguer es cuestionado por haber
servido al gobierno de Trujillo llega al poder y hay una situación
política tensa en República Dominicana en 1978. En
verdad, hay que decir, que el período de los doce años,
si bien no fue una dictadura, porque no lo fue, fue un gobierno
sin embargo, con tendencias autoritarias que frustró la celebración
de elecciones libres y limpias en el 1970 y en el 1974, donde personalmente
estimo que si hubiese habido elecciones limpias la oposición
las hubiese ganado en el 1970 y en el 1974.
Entonces, desde el punto de vista
político fue una época bastante dura de limitaciones
en el ejercicio de las libertades públicas, fundamentalmente
en el ejercicio de la libertad de expresión y la libertad
de organización. Eso fue cambiando hacia el final, en el
1976 en adelante, pero en un primer momento fue un período
sumamente difícil para la vida del país. Hay que tomar
en consideración también que grupos opositores empezaron
a desafiar al gobierno con acciones que también escapaban
del marco democrático: acciones de terrorismo, acciones de
asalto, etc. que hoy día también condenamos históricamente.
Ahora, desde el punto de vista económico
el gobierno de Balaguer de los Doce Años, fue un gobierno
ejemplar. ¿Por qué razón? Porque el crecimiento
de la economía en los Doce Años fue cerca de un ocho
por ciento. Y hubo algo, entre 1968 y 1973 que la economía
creció a un once por ciento, nunca visto en la historia dominicana.
De manera, pues, que hay un contraste en lo que tiene que ver en
la parte política, que es una parte con tendencias autoritarias
de limitación de las libertades, con lo que tiene que ver
con la parte económica, donde el gobierno pudo consolidarse
porque definitivamente logró en base a una serie de argucias
como fue la reducción del gasto corriente, es decir, no aumento
de salarios a los trabajadores públicos y limitar el número
de empleados en el Estado, concentrar la atención del gobierno
en obras públicas, atraer inversiones extranjeras y la ayuda
norteamericana. Y eso le permitió al Dr. Balaguer, desde
el punto de visto económico, llevar a cabo una acción
que permitio que la economía dominicana se situara en cerca
de un ocho por ciento en doce años. Obviamente, la sociedad
dominicana se fue transformando, se creó una clase media
que no existía antes, se incrementó la demanda, empieza
ese proceso que llamamos de la zona industrial de Herrera, que lo
que procuraba era un modelo para sustituir importaciones. El modelo
de zona franca nació en ese período en La Romana,
en el 1969. El turismo, de alguna manera como modelo económico
empezó ahí también. Todo lo que es la base
de la economía moderna empezó en el período
de los Doce Años. Pero había un problema: falta de
libertad, falta de democracia y eso, obviamente, fue lo que permitió
en el 1978 que el Partido Revolucionario Dominicano llegase al gobierno,
poniendo fin a este período de los Doce Años.
Creo que sería oportuno señalar
que para que se diera la transición en el 1978 factores externos
también tuvieron que operar sobre la República Dominicana,
porque la fuerza del Dr. Balaguer estaba fundamentalmente en los
militares. Entonces la oposición tuvo que procurar aliados
internacionales que pudieran, de alguna manera, disminuir el efecto
de los militares y esos aliados fueron, por un lado, el sector liberal
del Partido Demócrata de Estados Unidos. Empezó un
contacto con los Kennedy, pero después con el presidente
Jimmy Carter que implementó su política a favor de
los derechos humanos mundialmente, pero que fue aprovechada en la
República Dominicana para presionar para la celebración
de elecciones libres limpias y en segundo lugar el hecho de que
la socialdemocracia europea se incorporase a las corrientes políticas
latinoamericanas. En el año de 1976 se celebra el famoso
Congreso de la Internacional Socialista en Caracas y entonces eso
es lo que permite que la socialdemocracia también se interese
por los temas dominicanos. Y vinos cuando se presenta la crisis
de mayo de 1978 a estos actores claves intervenir en la solución
del problema nacional. Mario Soares, entonces Primer Ministro de
Portugal, el presidente Carter que envió a la República
Dominicana al Secretario de Estado Cyrus Vance para que hablase
con el Dr. Balaguer y también el entonces presidente Carlos
Andrés Pérez, de Venezuela, del Partido Acción
Democrática, miembro de la Internacional Socialista presionaron
para que se hiciese un conteo justo de los votos y se reconociese
la victoria del presidente Antonio Guzmán, en el 1978. Ahí
se inicia, insisto, este segundo período de transición
democrática.
Creo que le haríamos justicia
al presidente Antonio Guzmán si decimos que contribuyó
enormemente con una ampliación del ejercicio de los derechos
humanos y de las libertades públicas en la República
Dominicana. En sólo 48 horas de estar en el poder, el presidente
Guzmán decretó el retorno de los exiliados y la libertad
de todos los presos políticos y ese solo hecho lo consagra
como una figura de trascendencia en la historia política
contemporánea dominicana. Se va a iniciar un período
del 1978 al 1986 interesante, porque creo que el advenimiento de
los gobiernos del PRD en ese momento permiten avances en lo que
tiene que ver con la democracia, pero al mismo tiempo un retroceso
en lo que tiene que ver con la economía. Diferente de Balaguer
en el período de los Doce Años: retrocesos en la democracia,
avances en la economía; en los dos gobiernos del PRD, avances
en la democracia, retrocesos en la economía. Y eso es lo
que va a permitir en el 1986 que el Dr. Balaguer vuelva al poder,
porque a partir de 1978 la naturaleza del debate político
dominicano cambió. A partir del 1978 ya no se habla de respeto
a los derechos humanos, libertad para los exiliados, no torturas,
libertad para los presos políticos, ya no se habla de eso,
se habla de economía. El tema económico es de lo que
a empezar hablarse. Queremos más empleos, mayores inversiones,
mejorar la calidad de vida, que los gobiernos se preocupen por el
agua potable en esta comunidad, que haya más construcción
de vivienda, es decir, el tema va a cambiar. Y resulta que por una
serie de circunstancias o factores externos e internos, el gobierno
del PRD no pudo del 1978 al 1986 satisfacer plenamente esas demandas
de la población. En ocho años- así como decía
previamente que en los doce de Balaguer, el crecimiento del producto
fue casi de un ocho por ciento, en los ocho años, del 1978
al 1986, el crecimiento del producto fue escasamente fue de un tres
por ciento. Entonces, el factor económico influye, el factor
social va influyendo y cuando se pensó en un revelo - claro
había otros factores también como factores internas
en el PRD que van debilitando el partido y su maquinaria electoral
para la presentación de un candidato en el 1986.Todo esto,
combinado, permiten el retorno del Dr. Balaguer en el 1986. Y seguimos
todavía en esta segunda fase de transición democrática.
¿Qué va a pasar con
Balaguer del 86 al 90?. Yo pienso que ese gobierno del 86 al 90
fue el menos exitoso de los gobiernos del Dr. Balaguer, aunque fue
el gobierno que aspiró a más, el que quiso hacer más
cosas, el que menos logró. ¿Por qué razón?
Porque se embarcó en un proyecto de obras públicas
gigantesco, enorme, sin disponer de los recursos para hacerlo. Entonces
emitió dinero inorgánico que terminó llevando
la inflación dominicana, por vez primera vez, por encima
del 100% en el año de 1989. El costo de a vida se disparó.
¿Por qué razón?. Porque hizo inversiones en
proyectos de obras públicas, sin que la economía dominicana
estuviese en capacidad para eso y quiso financiarlo con la emisión
inorgánica. Y por poco eso lleva al Partido de la Liberación
Dominicana al poder en el año de 1990. Fue la crisis económica
generada por una visión equivocada, lo que permitió
que el profesor Bosch prácticamente subiera las escalinatas
del Palacio en el 1990.
Ahora, el Dr. Balaguer, que es un
hombre pragmático, de experiencia, sabio se dio cuenta del
error y, a través de un economista de la Universidad de Chicago,
llamado Dr. Arnold Hasberger, visita la República Dominicana
en el 1991 y la presenta un plan, que es el Plan de Reformas Económicas
de la República Dominicana que abarcaba una reforma tributaria,
una reforma arancelaria, una reforma del Código Laboral,
una reforma del Código Monetario, es decir, un conjunto de
reformas estructurales de la economía. El Dr. Balaguer aceptó
el proyecto y saben ustedes qué ocurrió como resultado
de eso?; que la República Dominicana vivió el más
alto período de prosperidad económica del año
1991 al año 2000.
La capacidad para adaptar nuevas
ideas, flexibilizar, incorporar los dos conceptos permitió
que esos diez años- hablé de que los 41años
de Trujillo para acá han sido los de mayor esplendor- y de
esos 41 años, los últimos diez, del 1941 al año
2000 en toda la historia dominicana, ha sido el período de
mayor bonanza económica. Esto se debió a las reformas
que empezaron a aplicarse a partir del año 1991 y que culminan
en el año 2000.
Ahora tenemos otro desafío
que tendremos que saber enfrentar, porque las razones del éxito
ahora se convierten en las posibilidades del fracaso futuro si en
estos momentos no tomamos las medidas que las circunstancias demandan
para mirar 20 ó 25 años más allá, en
lo que será la nueva ola de prosperidad de la República
Dominicana.
Bueno, caemos en el momento actual
y no voy hablar del período 1996-2000 porque les prometo
que no voy a caer en auto apología ni en autocomplacencia.
Yo les diría que la transición democrática
en la República Dominicana ha sido lograda en esta tercera
etapa. Hubo una primera transición del 1961 al 1965 que fracasó,
una segunda transición del 1966 al 1978 que avanzó,
pero logró cuajar plenamente y una tercera transición
que va del 1978 al momento actual que es la que de alguna manera
se establece en la República Dominicana.
Yo podría decir, como primera
conclusión de este encuentro con ustedes que hoy día
la democracia dominicana ha logrado plenamente su transición,
que la democracia dominicana es estable, pero la democracia dominicana
no se ha consolidado. Y yo creo que este es el problema fundamental.
El gran desafío nuestro ahora
es cómo se consolida la democracia dominicana. Ese es el
gran problema que tenemos. Yo tengo algunas ideas de lo que pienso
debemos hacer para consolidar la democracia dominicana en esta etapa.
Primero identificando dónde
están los males y no creo que anden en el aspecto económico-social
que es una dimensión de la democracia más complicada,
más compleja y que tiene que ver con tres aspectos fundamentales:
1) reducción de la pobreza. Yo asumiría el planteamiento
que ha hecho recientemente el Secretario General de las Naciones
Unidas (Kofi Annan) en la Declaraciòn del Milenio, de que
todos los países reduzcan en un 50% la pobreza extrema, de
aquí al 2015. Yo pienso que podríamos pensar en la
República Dominicana en un proyecto en el que participemos
todos de consenso en el diseño de políticas públicas
que permitan reducir la pobreza extrema en un 50% de aquí
al 2015.
Lo segudo es un problema de equidad
social que consistiría, fundamentalmente, en la creación
de oportunidades y redistribución del ingreso. Cómo
hacer que no haya un contraste tan grande entre ricos y pobres como
existe en la República Dominicana. Nosotros hoy día,
en el país, vivimos con un pie en el siglo XXI y con el otro
en el siglo XIX. Vivimos un segmento de la población con
antenas parabólicas, con posibilidades de viaje permanente,
con acceso al computador con Internet y otro que vive todavía
con un techo de zinc y un piso de tierra. Entonces, ese contraste
es lo que hace que la sociedad dominicana sea tan porosa y tan polarizada
en el día de hoy. El tema social, por consiguiente, es un
tema fundamental de la democracia.
El acceso a la educación,
a la salud, a la seguridad social, a la vivienda, a un empleo seguro
y a mejorar la calidad de vida. Esa es la dimensión económica-social.
Pero yo quiero concentrarme para hablar de la consolidación
de la democracia en lo que tiene que ver con la parte institucional,
en loo que tiene que ver con las instituciones propiamente. Voy
a empezar con una que siempre nos ha preocupado y que yo creía
que estaba resuelto y parece que no, y es el tema de las elecciones.
El tema de las elecciones, porque
después de las elecciones del 1994, o sea, en el 1996 no
hubo quejas sobre las elecciones. En el 98 tampoco ni el 2000 y
ya nosotros llegamos a entender que superamos la etapa de la comisión
de irregularidades, o la ocurrencia de fraudes en los procesos electorales
en la República Dominicana, y no es así.
Por un lado, de parte de los partidos
políticos tiene que haber mayor conciencia cívica,
difundir valores verdaderamente democráticos. Una campaña
no es una batalla donde nos vamos a despedazar unos contra los otros.
Unas elecciones es una fiesta de la democracia donde los ciudadanos
van y expresan su voluntad a favor de un candidato que ellos estiman
debe dirigir los destinos nacionales por un período de cuatro
años y nada más. Pero para nosotros eso tiene una
dimensión mayor y lo convertimos en una crisis, en una tragedia.
Entonces por parte de todos los partidos políticos tiene
que haber mayor conciencia de que las elecciones no es un campo
de batalla para auto liquidarnos, sino que es un espacio de participación
democrática.
Si nos entendemos así, entonces
no habrá motivos como entendemos ha ocurrido ahora en estas
elecciones congresionales para hacer uso de los recursos del Estado
en la promoción de determinados candidatos. El volver a emplear
unos métodos que ya estaban superados como compra de cédulas,
compra de delegados, adulteración de actas, falsificación
en la digitación. Eso no puede ser, la República Dominicana
no puede darse ese lujo. Que a un candidato electo ahora le digan
que no es senador de verdad, sino senador de palito y dicen que
es de palito porque si sacó en el acta de votación
56 le ponen un palito adelante para que diga 156. Entonces, de verdad,
es de palito. Eso no debemos seguirnos dándosnolo en la República
Dominicana.
Pienso que es de una importancia
vital el que tengamos una Junta Central Electoral que sea confiable
para todos, porque los integrantes de la Junta Central Electoral
son los ampayars del juego y yo necesito tener un ampaya que cuando
tiro un strike cante un strike y cuando tiro una bola, que diga
que es bola. Yo no quiero que me canten un strike cuando tiré
una bola, yo lo que quiero es que sea justo, pero si tiré
un strike que cante strike y si tiré una bola que cante bola.
Yo no puedo tener un ampayar que yo creo que está asociado
con el otro, con el equipo contrario para hacerme la jugada mala
a mí. Tiene que haber confiabilidad en la institución
de la Junta Central Electoral. Ahora en la República Dominicana
no puede haber confiabilidad plena en la Junta Central Electoral
hasta que no resolvamos el mecanismo de selección de los
jueces de la Junta Central Electoral.
Observen que no estoy hablando de
ninguna persona en particular; me estoy refiriendo al mecanismo
institucional de selección de los jueces de la Junta Central
Electoral. En la República Dominicana actualmente puede ser
legal, pero es ilegítimo y, por consiguiente injusto, ¿y
por qué?. Quién selecciona los jueces de la Junta
Central Electoral. El Senado de la República. Pero resulta
que el Senado de la República está integrado por funcionarios
electos que están en el juego democrático de mayoría
y minoría. Y resulta que uno de los partidos políticos
como ha ocurrido, obtiene el voto mayoritario de la población
y tiene representación mayoritaria en el Senado, entonces
dispondría del privilegio de decir quiénes son los
ampayars del juego, y eso no puede ser.
En el sistema democrático
eso no puede ser. Yo creo que con la Junta lo que ha habido es un
olvido, porque antes ¿quién escogía los jueces
de la Suprema Corte de Justicia y a todos los jueces de la jurisdicción
de la República? El Senado. Pero como pudimos darnos cuenta
que el Senado está integrado por políticos que pertenecen
a partidos, que estos políticos contaminaron el mecanismo
de selección de los jueces y que había que buscar
un mecanismo que gatantizase la independencia y la imparcialidad
de los jueces. Y ahí creamos una institución nueva
que se llama el Consejo Nacional de la Magistratura, que es un órgano
colegiado, integrado por el Presidente, por el Presidente del Senado
y un Senador del partido opuesto; por el Presidente de la Cámara
de Diputados y un diputado del partido opuesto, el Presidente de
la Suprema Corte y otro juez de la Suprema Corte. Un organismo colegiado,
en el cual podemos confiar. No es de nadie en especial y este organismo
colegiado entonces selecciona a los jueces de la Suprema Corte de
Justicia, quienes a su vez, mediante un mecanismo de sometimiento
de concurso, escoge a los jueces de las demás jurisdicciones
del país. Bueno, entonces en eso yo puedo confiar, pero yo
me pregunto por qué todavía, entonces, los jueces
de la Junta Central Electoral siguen siendo seleccionados por el
Senado y no son seleccionados por el Consejo Nacional de la Magistraturas,
porque son jueces. Ellos dictan sentencias, ellos conocen de recursos,
conocen de instancias, son jueces con facultad jurisdiccional, pero
los sigue escogiendo el Senado y no el Consejo Nacional de la Magistratura
u otro organismo colegiado, en el cual podamos pensar de consenso
y que se establezca en la reforma constitucional para darle confianza
al sistema electoral de la República Dominicana.
Creo que esa es una reforma importantísima
para el futuro de la confianza que se pueda tener en el sistema
electoral de la República Dominicana. Otro aspecto que me
preocupa y que tiene que ver con cómo funciona la democracia
en el país es la Càmara de Cuentas, que supervisa
las cuentas públicas, tampoco tiene que ser una terna que
someta el Presidente de la República al Senado para que el
Senado escoja de los jueces que el Presidente le ha llevado. No
debe ser. La Cámara de Cuentas tiene que ser un organismo
independiente, que supervisa realmente lo que se hacer con los recursos
del pueblo.
Podríamos hablar de la Contraloría
General de la República, la cual no debe seguir siendo una
dependencia del Poder Ejecutivo, del Presidente. ¿Por qué
razón?, porque se convierte en un mecanismo de complacencia
para el que está, en un mecanismo de persecución para
el que se fue. ¿Por qué razón?, porque los
auditores son del gobierno y el gobierno va a hacer su auditoría
a su manera. Primero para que las cuentas les den buenas a él,
y para que les den malas al que se fue. Pero con relación
al que se fue, esa auditoría va dónde quién:
donde el Magistrado Procurador General de la República, representante
del Ministerio público, que no es más que un dirigente
del partido que está en el poder. Entonces, yo no quiero
un Ministerio político, yo quiero un Ministerio Público
y tiene que haber, por consiguiente, un nuevo estatuto del Magistrado
del Ministerio Público en la República Dominicana
que lo haga independiente, imparcial y confiable.
Creo que estas son las reformas
fundamentales para que la democracia se consolide. Estamos hablando
del manejo de los recursos del pueblo: Cámara de Cuentas
y Contraloría General de la Repúblicas y estamos hablando
de que tiene que haber imparcialidad en los jueces de la Junta Central
Electoral e imparcialidad en quienes llevan la responsabilidad de
la sociedad en las acusaciones que se someten ante los tribunales.
Y esto tiene que ver que a mí parece crucial ahora: la libertad
individual en la República Dominicana que proclamo aquí
que está en crisis. La libertad individual está en
crisis. ¿Y por qué está en crisis? Porque no
es posible que de cada cien personas que estén presas, 90
no hayan sido enjuiciadas. Y si de cada cien personas 90 no han
sido enjuiciadas quiere decir que el sistema judicial no está
funcionando bien. ¿Y por qué no está funcionando
bien? Bueno, yo creo que no funciona bien, porque desafortunadamente
tenemos una Ley de Libertad Bajo Fianza que parece del medioevo,
donde la gente primero se le detiene, se le priva de su libertad
y para obtener su libertad bajo fianza resulta una verdadera odisea,
porque la ley se lo prohíbe. Y le daré un ejemplo
-no los voy a atosigar con cuestiones legales aquí. Pero
si una persona cae preso en la República Dominicana por una
imputación de carácter criminal, lo llevan al Juez
de Instrucción. Si solicita la fianza y el juez se la niega,
la puede apelar ante la Cámara de Calificación, pero
si se la niegan ahí tiene que esperar el conocimiento del
juicio al fondo, para ver si al juez le da la gana y lo pone en
libertad. Eso no puede funcionar así. Es un sistema radicalmente
injusto, pero además no hay forma de reparar, de indemnizar
al ciudadano que ha sido objeto de una privación arbitraria
de su libertad. Y lo cuento, porque recientemente un señor
de aquí, de New Jersey, que tiene una bodega, fue a la República
Dominicana de visita, se comete un error con él y se le priva
de su libertad, vinculándose al caso de la muerte del Senador
Darío Gómez y lo tienen durante una semana preso y
luego se descubre de que no es él, que ha sido una equivocación
y lo ponen en libertad.
Bueno y uno se pregunta lo ponen
en libertad, pero y el daño moral que le han hecho, y su
imagen que ha sido deteriorada, que aparece en todos los periódicos
en primera plana como que él fue el asesino. En la República
Dominicana no hay ningún mecanismo de compensación
o de indemnización frente al ciudadano arbitrariamente apresado.
Eso tiene que cambiar, porque cuando cambiemos eso, un funcionario
judicial será más cuidadoso a la hora de dictar prisión
contra una persona, porque sabe que le puede venir entonces una
demanda que le afecte a él, pecuniariamente, en términos
personales.
Eso también sucede en la
República Dominicana para garantizar una cuestión
que es fundamental, como es la libertad individual, sin la cual
no puede hablarse de democracia en ningún país. Entonces,
yo creo que efectivamente lo que tenemos por delante es cómo
se consolida la democracia en la República Dominicana.
Hemos logrado la transición,
pero no es una democracia que esté en estos momentos consolidada
ni desde la rama Ejecutiva ni de la rama Legislativa ni desde la
rama Judicial, ni desde el poder Municipal, donde no tenemos todavía
ni siquiera la descentralización de la que tanto hemos hablado.
La agenda democrática en
la República Dominicana, por consiguiente, está pendiente.
Los dominicanos tenemos que entrar definitivamente al siglo XXI,
y entrar al siglo XXI significa asumir nuestra responsabilidad como
ciudadanos dominicanos. Nadie va a hacer nada por nosotros, que
nosotros no estemos en capacidad de hacer por nosotros mismos. Incluso,
después de haber terminado la guerra fría, hasta menos
interés hay por parte de otras naciones del mundo por ayudarnos;
todo se ve en función de un negocio. Libre comercio para
vender mercancías, para vender bienes, para vender servicios
es su negocio. Lo que nosotros vayamos a hacer tenenos que hacerlo
nosotros mismos, pensarlo por nosotros mismos. Yo creo que lo podemos
lograr, aunque observo con preocupación tendencias que no
son buenas.
Yo no creo que el Congreso Nacional
debe convocarse para una reforma a la Constitución hecha
por Asamblea Revisora cuando todos nos pusimos de acuerdo en un
momento que la reforma a la Constitución tenía que
hacerse mediante una Asamblea Constituyente, donde escogeríamos
los representantes del pueblo para hacer esa reforma constitucional,
que nos pusimos de acuerdo sobre incluir en esa reforma constitucional
el Referéndum y el Plebiscito para consultar al pueblo dominicano
respecto de cuestiones trascendentales y no se está considerando
eso en estos días. Nos pusimos de acuerdo para establecer
la Defensoría del Pueblo, que haya una institución
que se llame el Defensor del Pueblo, donde los ciudadanos presenten
sus quejas respecto de abuso de la Autoridad Pública, y no
se está considerando. Y hoy día se habla de una reforma
a la Constitución, sólo para dos cosas: para la reelección
y para bajar el porcentaje para ganar las elecciones presidenciales
en la primera vuelta. Y esto no es correcto. Podemos hablar de reelección,
podemos hablar de todo lo que se quiera, pero fundamentalmente el
sujeto más importante de una reforma constitucional es el
pueblo dominicano y el pueblo dominicano exige más transparencia,
más vitalidad y mayor fortalecimiento de sus instituciones
para que se respete la libertad y la integridad de todos los dominicanos.
Ese es el reto del siglo 21 y estoy
seguro que juntos lo lograremos.
Muchas gracias.
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