Uno de los problemas mayores confrontados, sobre todo en las ciudades, es la abundancia de niños vagando en las calles, expuestos a todas las desagradables contingencia a que su desamparo les sitúa.

Los llamados hogares-escuelas son instituciones donde, además de ofrecerse instrucción primaria, se conduce al niño a condiciones en las cuales no constituya un estorbo para la sociedad.

Por eso, la noticia de ampliar los existentes y construir nuevos hogares-escuelas en distintas regiones del país, es un alentador proyecto para el gradual mejoramiento de los niños pobres.

Igualmente las guarderías infantiles, que permiten a las madres de escasos recursos contar con un sitio donde dejar sus hijos para ser convenientemente atendidos mientras ellas trabajan.
Lo mismo la planeada Ciudad del Niño, centro de educación provisto de talleres, para enseñar oficios prácticos, y campos para enseñar el cultivo así como la crianza de animales.

El niño debe siempre constituir principal preocupación de los gobernantes, y cuanta providencia a su favor se tomen, merece el aplauso, y la contribución, de la ciudadanía consciente.

Se contempla, por eso, recabar la ayuda de instituciones internacionales como la OMS 'OPS y UNICEF, colaboradoras eficientes de la Secretaria de Estado de Salud y Asistencia Social.

Tal como señaló en la reunión donde se dieron a conocer los proyectos, la doctora Gladys E. de los Santos, subsecretaria de Salud y Asistencia Social, éstos requieren urgente necesidad de ser ejecutados cuanto antes. Nosotros abogamos consiguientemente por ello.



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