Editoriales | Religiosas | La Encíclica III ( 4 - 8 - 68 )

Su Santidad Paulo VI volará este mes a Bogotá para asistir al Congreso Eucarístico Internacional.

Viene, pues Su Santidad a las cristianas, católicas tierras de la América Latina, donde globalmente el aumento de la población es de un 3 por ciento anual, probablemente que se registra en cualquier región del planeta y sin precedentes en la historia humana. Pudiera decirse que Su Santidad viene a tierras tan cristianas que en ellas alcanza su más pleno la exhortación bíblica de Creced y Multiplicaos

¿Estamos, pues en las tierras en que la doctrina de la encíclica De la Vida Humana se respeta ejemplarmente?

Sin embargo, en los países de la América Latina de mayor incremento de la población el grueso de los niños nacen extramatrimoniales.

En los países de la América Latina, los sectores más fecundos de la población practican la poligamia de hecho y la poliandria sucesiva.

En los países de la América Latina fuera de cualquier política de control de la fertilidad, y en contra de la ley, existe una alta tasa de abortos provocados.

Gran parte del interés de las Facultades de Medicina de las Universidades de Colombia y de otros países de América por una política de población, proviene de la alarma que causó entre los médicos la frecuencia de los abortos provocados, en muchos casos al margen de toda atención médica.

En muchos países de América Latina, el nuestro, por ejemplo, el mayor incremento de la población proviene de la "no familia", de las uniones ocasionales, sin responsabilidad paternal.

Entonces nos encontramos ante dos tipos de moralidad o de inmoralidad sexual o amorosa, como quiera llamársela.

Presenciamos en los países desarrollados las parejas jóvenes con relaciones sexuales prematrimoniales, sin procreación, gracias a los anticonceptivos.

Presenciamos en nuestros países, las uniones temporales, ocasionales, y sucesivas, que engendran larga y diversa prole, pero sin que funden familia estable.

Si sectores de las sociedades europeas y norteamericana pueden considerarse ya postcristianos y postcivilizados, en la América Latina, las sociedades son precristianas, tanto en la cima, como en lo bajo.

Infortunadamente, si nuestras naciones son prolíficas no lo hacen en cumplimiento del mandato divino ni de la doctrina papal.

En muchos países se ha hablado del tremendo problema de conciencia que crea la encíclica papal a matrimonios cristianos con sentido de la paternidad responsable, pues han entendido que su responsabilidad sólo puede cumplirse con un número limitado de hijos.

En nuestros países, una enseñanza papal de sentido contrario a la actual, es decir, que permitiera el empleo de anticonceptivos, no tendría gran influencia en las zonas generadoras de la explosión de población en la América Latina.

Lo cierto es que los hijos se tienen al descuido, y como el primordial deber de la ley natural, de la ley cristiana



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