Hilma Contreras Castillo, Santo Domingo 1980.

"Apretujada entre hombres, bajo la mustia, mirada de aquellos ojos de pavocagón me abofeteaba el rostro atontado por la subita revelación de los años olvidados, sin ínfulas ya penetré penosamente en el sendero gris del invierno de mi vida".

De: Mire, mamita.