Semblanza,
Premio Nacional de Literatura, 2007.
Mesa
de presentación del Premio Nacional de Literatura 2007, otorgado
por la Fundación Corripio (FC) y la Secretaría de Cultura. Desde
la izquierda, Jacinto Gimbernard, director ejecutivo de la FC; el escritor Miguel
Phipps; el doctor Diógenes Céspedes, escritor premiado; José Luis
Corripio Estrada, presidente de la FC; José Rafael Lantigua, secretario
de Cultura; Jorge Tena Reyes y José Alcántara Almánzar,
asesores de la FC y la directora del Teatro Nacional, Rosa María Vicioso. El
doctor Diógenes Céspedes pronuncia
su discurso luego de recibir el Premio Nacional de Literatura 2007.
Por MIGUEL PHIPPS
Tenemos
aquí a Diógenes
Céspedes. Tenemos en esta sala augusta
del Teatro Nacional a uno de los intelectuales más brillantes con que
cuenta hoy la República Dominicana. Tenemos al poeta, ensayista, narrador,
académico, crítico literario, quien puso en su pie de niño
pueblerino la ilustre sandalia, para encaminarse al vasto cielo de las letras
dominicana. Tenemos al Premio Nacional de Literatura 2007.
Para
trazar una semblanza de la vida literaria del Dr. Diógenes Céspedes,
su formación y su influencia en la cultura de nuestro país,
es necesario referirse a las tres etapas más importantes de su desarrollo
intelectual.
La primera etapa va de 1959 a 1968. La segunda,
abarca de 1969 a 1976 y, finalmente, la tercera, cubre de 1977
hasta la fecha de hoy.
No
hay que decir que las últimas dos
etapas son capitales, pues ambas marcan un antes y un después
de su dos viajes de estudios a Besançon,
primeramente, y luego a París.
Con
respecto a la primera etapa, diré que
se inicia cuando apenas tenía
19 años y había terminado el octavo curso en el liceo intermedio "República
Argentina" de la capital. Me refiero a julio de 1959, luego de las
expediciones de Constanza, Maimón y Estero Hondo.
El
joven Céspedes,
lleno de ilusiones, llega de vacaciones a Sabana Grande de Boyá,
pero la crisis económica desatada por la expedición,
le impide volver a la capital a inscribirse, como era su proyecto e
ilusión,
en el liceo "Presidente Trujillo", mejor conocido como La
Normal, a fin de terminar su bachillerato.
Pero
la historia es lo que sucede. No lo que uno quiere que suceda.
A finales de ese 1959, Céspedes se dedica a reemplazar a los
profesores de la escuela de Sabana Grande de Boyá que toman
vacaciones y, al mismo tiempo, es nombrado, a inicio de 1960 corresponsal
del periódico El Caribe en aquel pueblo
distante, a unos veinte kilómetros de Monte Plata.
Menciono
este hecho trivial porque tendrá una importancia en la vocación
periodística y literaria de nuestro galardonado. Me explico:
No bien se encontraba a gusto con el ejercicio del periodismo provincial
cuando en octubre
de ese año 1960 se traslada a la capital a trabajar y a continuar
sus estudios de bachillerato, esta vez en el liceo nocturno "Eugenio
María
de Hostos", donde terminó los estudios secundarios.
Hoy
Digital. [Consultado: 21 febrero 2007]
http://www.hoy.com.do/article.aspx?id=14052
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