Escritos
(Escritos de y sobre Diógenes Céspedes, en Texto Completo)

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La Prueba: La Forma y el Fuego.

A partir de la solución de un rompecabezas verbal que hace huir al narrador, al estilo de Poe en “La caída de la casa de Usher”, JAA deja al lector el trabajo de huir también una vez que ha descompuesto el acertijo.

¿ Por qué se huye en una ficción? Cuando se conoce el final de la historia, sin uno no quiera perecer cuando llegue el cataclismo. Tan pronto solucionamos de la manera siguiente el rompecabezas, abandonamos la lectura.

IV.- Jugó con fuego y se quemó
III.- El sabía el peligro que corría. Eso le costó
II.- La cabeza. Se la cortamos para que no pueda
I.- usarla contra el orden. ¡Cuidado con hablar!

Toda insistencia en seguir leyendo no es más que la curiosidad del lector tradicional que desea enterarse de los últimos detalles. Esa misma curiosidad lo lleva a veces a enterarse de ciertas inconsecuencias.

Toda escritura comienza y se equilibra a través de la forma y esa forma pasa a través del fuego, que no es más que una manera de decir el sacrificio del trabajo, de la práctica, de la lectura, de todas las horas pasadas delante de esa lámpara, de esa luz que quema la pagina en blanco, que quema los ojos.

Por esa forma, por ese fuego pasaron las dos historias indisolublemente ligadas a su estructura, a su sistema, que se encuentran encabalgadas bajo el papel y la tinta con el nombre de “Experimento sin titulo”. Vale la pena decir que el tirulo del experimento es el mismo que lleva puesto y que aun en el caso limite de una ausencia de titulo semejante ausencia hubiera sido el titulo. En un libro, en un texto, todo tiene sentido. Una pagina en blanco en “El Mirón”, de Alain Robbe-Grillet, significa la violación de una niña, (Jacqueline) a quien no arbitrariamente el asesino relaciona con otra de nombre Violette ¿No más rico desde el punto de vista semiótico el dejar la pagina en blanco que el describir morbosamente un acto que si bien es crudo en la realidad, en la ficción hay que tomar una distancia anticonfusionista? La sangre derramada de la pequeña Jacqueline no salpica a nadie, ni a Mathias ningún juez real lo enjuiciara, aparte de la imposibilidad de tal empresa.

Asimismo esa formula encabalgada que presenta la escritura de JAA en “Experimento sin titulo” contiene una sintaxis lectural. A las 177 líneas que contiene el texto el lector deberá oponer un orden, un rigor: las líneas nones conducen una historia y las pares otras. Todo es un reverso de la tipografía tradicional, en donde las letras son negras y las paginas blancas. Aquí las letras son blancas y las paginas negras. Pero mas que eso es la sintaxis de lectura lo que importa. No la anécdota, la primera echa mano al dolor humano y la segunda es trivial, y narra en forma epistolar una infelicidad reforzada por un sueño narcísico. La disposición del texto en forma de rima alternada ABAB se sitúa en esa frontera del relato adonde hay que llegar en un momento dado para superar cierta escritura o para entrar en la buena. Lo que no quiere decir que luego de la producción formal de un texto como “Experimento sin titulo” no se pueda caer en las viejas veleidades de la tradición. Habría entonces un desfasamiento entre una teoría y una práctica no dialectizables, una incapacidad para superar las formas del pasado, incapacidad que se revela en muchos casos en la obstinación y la obediencia ciega por intereses ajenos a la escritura, al primado es toda la metafísica occidental que entra en posesión de un dominio en el cual el recuperado autor cree estar haciendo la gran revolución mundial de la escritura.

El mismo JAA ha abierto la continuidad formal de su propio camino: sin condenar el texto y sin pedirle más de que lo ofrece, piensa que a partir de “Experimento sin titulo” se podrían no solamente brindar dos historia encabalgadas, sino múltiples; que en cada historia tomada aisladamente se pueden practicar todos los recursos de una escritura moderna: muerte del personaje o su despersonalización; dialectalización de los diferentes tipos de discursos; empleo sistemático del yo/tú y de la no persona, logrando suturas verbo-temporales; logro de una descronologia y por consiguiente la inserción de micro-relatos dentro de las historias principales. A partir de estos logros, que no desdeñan por supuesto la integración de otros modos gráficos de escrituras (chinos, árabes, hebreos, orientales en general) se podrán producir relatos segmentados en diferentes lugares de una página: escribir de arriba hacia abajo y viceversa, escribir de izquierda a derecha y viceversa. Todas estas adquisiciones formales no podrán en ultima instancia romper con un rasgo característico del lenguaje: el carácter vocal de todo signo lingüístico, pero en la medida en que adquisiciones novedosamente formales irrumpan en nuestra escritura, del mismo modo que romperán los viejos hábitos de lectura lineal. Esto será ya un primer paso de avance, un aporte, hacia esa revolución permanente de la escritura.

Tomado de:

Céspedes, Diógenes. Escritos críticos / Diógenes Céspedes. --
Santo Domingo : Cultural Dominicana, 1975. 302 p.