Fiesta del Regreso

El valle, sorrie, preludia una elegía.

En las manos verdosas de todas las palmeras

se deshebra la brisa.

la tierra que levanta se despierta entre espumas,

abre hojo en el río para ver mi llegada,

hace oído en su vientre para oír mi saludo.

El árbol se hace sueño.

La ronda del ocaso quiere esperar la luna,

luna que ya dos lunas no me ve en los rosales,

luna que a mi llegada sera un sol más suave.

 

En el bajo relieve de larutas del pueblo

hay risa en los rincones donde dejo las huellas.

Aunque no vuelva nunca,

aunque regrese siempre,

se que sobre mi casa hay un temblor de espera!