Cada institución tiene una función diferente
pero fundamental para alcanzar la misión de reducir
la pobreza en el mundo y mejorar los niveles de vida de
la gente.
El BIRF centra sus
actividades en los países de ingreso mediano y
los países pobres con capacidad crediticia, mientras
que la AIF ayuda a los países más pobres
del mundo. Juntos ofrecen préstamos con intereses
bajos, créditos sin intereses y donaciones a los
países en desarrollo para proyectos de educación,
salud, infraestructura, comunicaciones y muchas otras
esferas.