Biografía
Descripción del Escudo Episcopal de Mons. Amancio Escapa Aparicio, O.C.D

El escudo es un campo en que se pintan los blasones de un reino, de una ciudad, o de una familia. En el caso del Escudo Episcopal, se representan realidades que manifiestan el origen y la vida del Obispo. Los blasones del escudo del nuevo Obispo significan:

 

  1. Preside, de una manera clara y global, el Escudo de la Orden del Monte Carmelo, familia religiosa a la que pertenece Mons. Escapa, ya que a la Orden del Carmen debe todo lo que es y tiene como religioso y sacerdote. Por eso sirve como de base a los demás simbolismos, cual roca fuerte sobre la que se edifica la vida, en concreto, de este Obispo. Dos caminos laterales, coronados por la Cruz, marcan nuestra relación con Dios. Uno ascendente, del hombre en busca de Dios; otro descendente que representa el camino de Dios al encuentro del hombre.
  2. A la derecha, según se mira de frente, un castillo y una llama. Es el símbolo del Carmelo Teresiano, reformado por Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz. Castillo y llama viva, símbolo de la más alta mística o estado de perfección al que está llamado el Obispo, como Pastor de las almas a quienes tiene que dar ejemplo, al mismo tiempo que las gobierna, orienta y santifica “in persona Christi”.
  3. A la izquierda, la figura de un león sobre los colores, rojo y azul, de la bandera dominicana. El león representa el lugar de origen de Mons. Escapa. Tiene como fondo los colores de la bandera en relación a la patria adoptiva del Obispo, ya que de los 34 años de sacerdocio, 31 los ha vivido en la República Dominicana, donde ha desarrollado su ministerio sacerdotal. Naturalizado dominicano, el Obispo quiere de esta manera agradecer la acogida humana y ministerial durante los años que ha servido a la Iglesia dominicana.
  4. De la Cruz, símbolo de la Orden del Carmen, surge el báculo, signo del Pastor.
  5. Coronan el escudo el sombrero eclesiástico y la orla con sus tres niveles de nudos, símbolo de un Obispo de la Iglesia.
  6. Finalmente cierra con el lema: “UT SERVIAM”, Para Servir. Tanto el sacerdocio como el episcopado es un servicio a la comunidad de la Iglesia. Estas palabras están tomadas del evangelio de San Mateo 10, 45, que resumen de alguna manera, la vida de Jesús: “No he venido a ser servido sino a servir”. Esta es la actitud que pretende mantener en su misión el nuevo Obispo.