Poemas de Héctor Santiago Incháustegui Cabral


EQUIVOCACION DE LOS ANGELES

Eran ángeles fuertes,

con las manos curtidas

y dientes de caballo

detrás de la sonrisa.

 

Colgaron el Mal en una rama,

y la tierra tirando,

y la cuerda tirando,

hicieron del mundo una sinfonía.

 

Eran ángeles fuertes,

abiertos los dedos de los pies,

simples como el agua,

rudos como el hierro.

 

Potente músculos en el ala,

la frente despejada,

las manos, de ajusticiar,

sin resignación encallecidas.

 

Eran dos iguales, quizás

como si un limpio espejo

entre ellos siempre retratara,

eran dos y un pensamiento,

dos gemelas llamas amarillas,

una sola luz

 

En donde tierra por morir se acaba

detuvieron su paso poderoso;

paro su canto la avecilla,

expiraron los aires y perfumes